Autor: Internet Publicado: 21/06/2021 | 09:29 pm
Malasia, ubicada en el sureste asiático tiene una historia milenaria y muchos hemos conocido acerca de ese país mediante de libros como Sandokan, el tigre de la Malasia, y otros textos. Está conformado por 13 estados y tres territorios federales, con una extensión de 329 847 kilómetros cuadrados. Su capital es Kuala Lumpur, pero Putrajaya es la sede del gobierno.
Sus 27 000 000 de habitantes, se encuentran distribuidos en un territorio dividido en dos regiones por el Mar de China Meridional: la de Malasia Peninsular se halla en la Península Malaya y limita al norte con Tailandia y al sur con Singapur; y la de Malasia Oriental, situada en la zona septentrional de Borneo y limita al sur con Indonesia y al norte con Brunei.
El semanario Opciones conversó con el embajador de esa nación en Cuba, Jojie Samuel, cuyo país celebró el 31 de agosto, el aniversario 56 de su independencia.
-¿Cómo ha sido el desarrollo de Malasia en los últimos años?
-A lo largo de las últimas décadas, Malasia ha logrado un desarrollo significativo, rápido y sostenido que ha llevado al país, de una economía basada en materias primas y agricultura de bajos ingresos a convertirse en una economía exitosa con ingresos que van de medios a altos. Estos éxitos han ayudado a mejorar la calidad de vida de los malasios y han apoyado avances abarcadores en educación, salud, infraestructura, vivienda y servicios públicos.
“De 1970 a 2012, el Producto Interno Bruto (PIB) real se incrementó en un promedio de 6.3 % por año, más alto que el de las naciones desarrolladas. En el mismo período, el PIB per cápita en precios actuales creció 25 veces, de 389 dólares a 9 976 dólares, lo que se ha traducido en mejoras substanciales en la calidad de vida del pueblo. Un país pobre, esencialmente agrario ha sido transformado en una nación diversificada y relativamente próspera en la que el sector de los servicios y el manufacturero contribuyeron con 80 % al desarrollo.
“Esto ha sido modelado por la visión, el pensamiento y los esfuerzos de muchos de los líderes y pensadores de Malasia, según se consagra en la Constitución y se compendia en los tres marcos claves de política nacional que son la Nueva Política Económica (NEP), 1971-1990; la Política de Desarrollo Nacional (NDP), 1991-2000; la Política de Visión Nacional (NVP), 2001-2010 y el Nuevo Modelo de la Economía (NEM), 2011-2020. Cada uno se basó en un profundo análisis de las necesidades y desafíos del momento, así como las respuestas que necesitaba el país. Estas aspiraciones culminaron con el lanzamiento de Visión 2020, en 1991, que esboza el propósito de lograr el estatus de nación desarrollada para el año 2020.
“En muchos aspectos, los objetivos principales de NEP, NDP, NVP y NEM de unidad nacional, crecimiento y equidad social se mantuvieron. Sin embargo, las circunstancias y el medio en que opera el país han cambiado sustancialmente.
“Tres décadas de actuación sobresaliente que permiten que Malasia ofrezca lo necesario para la salud y la educación de su pueblo, erradican en buena parte la pobreza, construyen una infraestructura de clase mundial y se convierte en un exportador importante a nivel global.
“En medio de los cambios en el contexto exterior, muchas de las políticas y estrategias usadas para lograr el estado actual de desarrollo ya no se ajustan para la próxima etapa.
-¿Podría aclarar en qué se basa el nuevo proyecto?
-Bajo el Nuevo Modelo de Economía, el Gobierno ha trabajado un proyecto para mover al país hacia su próximo estadio de desarrollo que se basa en cuatro pilares claves. El primero se plasma en los principios de Malasia: el Pueblo Primero, Actuación Ahora, enfocados a unir a todos los malasios que colectivamente representan el depositario clave del Gobierno. El segundo es el Programa de Transformación del Gobierno (GTP) que aportará los resultados definidos en las Áreas de Resultados Claves Nacionales (NKRAs). El tercero, de gran importancia, será el Nuevo Modelo Económico (NEM), el resultado de un ambicioso Programa de Transformación Económica (ETP) destinado a convertir a Malasia para el 2020 en una economía competitiva y desarrollada cuyo pueblo disfrute una alta calidad de vida e ingresos de alto nivel del crecimiento. El cuarto es el Décimo Plan Malasio (2014-2015) que representará la primera operación de política del Gobierno y los programas de transformación económica.
“Malasia lanzó el ETP en 2010, un plan integral para incrementar el ingreso nacional bruto de Malasia a 530 000 millones para el 2020 y cumplir el umbral del Banco Mundial para "una nación de altos ingresos".
“En un mundo incierto, el país se alzó como un destino atractivo para invertir; sede de uno de los mercados de capital principales en la región. Hay muchos factores que han hecho posible que Malasia atraiga inversiones de calidad a lo largo de los años como son su estabilidad política, una economía diversificada, infraestructura desarrollada, políticas comerciales transparentes y liberales, industrias que ofrecen un gran apoyo y un fuerte sector de servicios financieros.
-¿Cómo evalúa las relaciones de su país con Cuba?
-Los vínculos entre Cuba y Malasia siempre han sido cálidas y cordiales, y siguieron fortaleciéndose debido a la estrecha cooperación entre ambos países, especialmente en asuntos internacionales, de interés común que aquejan a los países en desarrollo. Esto incluye el apoyo a la posición de la Isla en las Naciones Unidas contra los Estados Unidos para que levante su bloqueo unilateral a este país.
“Malasia y Cuba han establecido un marco cooperativo bilateral muy bueno y lo continuamos desarrollando en áreas como el petróleo y el gas, la biotecnología, la salud pública, la educación, los deportes y las tecnologías de la información y la comunicación.
“Ambas naciones colaboran en el área de la biotecnología, en el campo de la investigación y producción de vacunas como la Vacuna TB y la meningocócica. La cooperación entre la Universiti Sains Malaysia (USM) y el FINLAY se considera como una de las historias de éxito entre los dos países. También nos ayudamos mutuamente en la elaboración de pruebas de diagnóstico rápido para cuatro enfermedades infecciosas cólera, tifus, disentería y tuberculosis.
“En el campo de la educación, le estamos agradecidos al Gobierno Cuba por proporcionar becas para que estudiantes malasios cursen estudios de medicina y humanidades. Actualmente hay 32 de ellos en la Isla.
“Mi país comparte sus conocimientos y experiencias de desarrollo con Cuba mediante del Programa de Cooperación Técnica de Malasia (MTCP), que enfatiza el desarrollo de recursos humanos al proveer entrenamiento en áreas como la administración pública, el buen gobierno, los servicios de salud, la educación, el desarrollo sostenible y la agricultura. Hasta la fecha, 69 funcionarios cubanos han asistido a cursos que se ofrecen por MTCP. Este ha contribuido al fortalecimiento de las relaciones bilaterales, y crea una asociación estratégica entre ambas naciones con vistas a nuestros intereses comunes.
“Vemos muchas oportunidades para que nuestras relaciones se continúen fortaleciendo y creemos que necesitamos tomar ventaja de las fuertes relaciones existentes para seguir ampliando nuestra cooperación bilateral”.