En la ronda de negocios entre Reino Unido y Cuba, representantes del sector agroenergético dieron a conocer a empresarios británicos las estrategias del sector y las áreas disponibles a la inversión extranjera Autor: Internet Publicado: 21/06/2021 | 09:30 pm
Alcanzar altos niveles de desarrollo aprovechando las potencialidades que brinda la agricultura constituye la máxima prioridad de quienes saben aprovechar las bondades de la tierra. Bajo ese precepto se reunieron en el Hotel Nacional de Cuba representantes de diferentes empresas nacionales y de Gran Bretaña, para intercambiar acerca de futuros proyectos de colaboración económica aplicados a la rama agrícola y energética.
El debate estuvo matizado por la necesidad de implementar una agricultura sostenible, acorde con los modelos de gestión desarrollados en Cuba y con la cooperación de quienes deseen invertir en ese sector en la Isla caribeña. Pero ¿cómo implementar estrategias de de-sarrollo altamente eficientes para garantizar un adecuado aprovechamiento de los recursos agrícolas que satisfaga la demanda de los habitantes de cada región?
Casi 1 000 millones de personas sufren en el mundo de hambre o desnutrición y los organismos internacionales han calculado que en 2050 habrá que alimentar a alrededor de 2 000 millones más. En principio, se estima que el sector agrícola puede ofrecer alimentos nutritivos para todos, pero para satisfacer las necesidades futuras es vital aumentar la producción, en particular en los países en desarrollo, donde se prevé la mayor parte del crecimiento demográfico y aunque las pequeñas explotaciones son una parte importante de la solución, es necesario que reciban apoyo de los gobiernos locales para aumentar su productividad.
Empresarios británicos han mostrado interés por la agricultura cubana, con la disposición de brindar financiamiento a los programas antes mencionados. El embajador de Reino Unido en Cuba, Tim Cole, en representación de los empresarios de su país participantes en la ronda de negocios, concordó en que con la puesta en funcionamiento de la Zona de Desarrollo Mariel y cuando se apruebe definitivamente la ley de inversión extranjera en el sector, este podría convertirse en altamente productivo y eficiente, además de que aumentaría considerablemente el aprovechamiento de la capacidad industrial.
La Viceministra de la Agricultura, Moraima Céspedes, se refirió a los renglones a desarrollar con participación del capital foráneo y se refirió a que el principal objetivo del Estado es mantener la propiedad social sobre los medios de producción, si bien identificó varios puntos en la agenda inversionista planificada para la agroindustria, entre los cuales sobresalen la colaboración en materia de aportar tecnología y financiamiento; la diversificación de mercados, la exportación y sustitución de importaciones; la generación de empleos y la necesidad de desarrollar métodos gerenciales para el aprendizaje de sistemas de administración.
Desarrollar una inversión sostenible
Para hacer próspera la agricultura y lograr los cambios que concibe la actualización del modelo económico es necesario realizar inversiones cuantiosas y diversas. La Viceministra cubana señaló que las inversiones que se planifiquen deben estar dirigidas -en lo fundamental- a la recuperación, reposición y modernización del plantel industrial, la maquinaria agrícola, los sistemas de riego y la infraestructura hidráulica, por lo que la inversión extranjera en la rama agroindustrial, como área priorizada, constituye un factor importante para lograr tales objetivos.
Entre los principales renglones que desarrolla la agricultura cubana, y de interés para la inversión de capitales, la Directora de negocios del Ministerio de la Agricultura destacó los programas de cereales y granos (arroz, frijol, maíz); el desarrollo de la masa ganadera; la ampliación de los esquemas productivos aplicados a los cítricos y frutales; las hortalizas y vegetales; los diferentes rubros exportables como cacao, café y miel; el tabaco; la rama forestal; las producciones de pienso animal y la de bioplaguicidas y biofertilizantes.
Hasta la fecha existen identificados algunos proyectos de inversión extranjera; el primero está ubicado en la provincia de Artemisa y se refiere al desarrollo de la producción de cítricos y frutales, como fruta fresca y productos industrializados. La propuesta cubana incluye desde la preparación de los suelos de cítricos y frutales, hasta la adquisición de nuevas tecnologías para obtener pulpas, jugos naturales asépticos en distintos formatos, troceados y conservas, con destino a la exportación y al mercado interno. Paralelamente, se prevé un desarrollo a gran escala de esta producción mediante la recuperación e incremento de los cítricos y otras frutas tropicales de la región oriental, específicamente de Santiago de Cuba, así como impulsar la agroindustria, lo que posibilitará incrementar las exportaciones, satisfacer el mercado interno y sustituir importaciones.
Asimismo, destacó que se requiere asistencia para las plantaciones forestales con manejo intensivo para las maderables. El proyecto identificado para la rama forestal incluye la reforestación en tres polos productivos: Ciego de Ávila-Camagüey, Las Tunas-Holguín y Granma.
Utilizar amplias variedades de semillas genéticas, realizar un manejo agroecológico de la tierra mediante la disminución de fertilizantes químicos, garantizar el uso racional tanto del agua como de los suelos y generar energía a partir de fuentes renovables constituyen las cláusulas del Estado cubano para establecer convenios de colaboración y, de ese modo, alcanzar una agricultura más sustentable.
En ese sentido, representantes de las empresas inglesas se interesaron en los proyectos expuestos y propusieron intervenir en otros que aún no han sido considerados. George Taylor, director general de Taylor Food Group, significó que su empresa, especializada en el cultivo y la comercialización de la papa, puede proveer a Cuba de semillas adecuadas al clima de la Isla y desarrollar una infraestructura tecnológica a nivel nacional con nuevos sistemas de distribución, procesamiento y marketing que permitan crear fuentes de empleo en las áreas rurales, así como emplear técnicas de cultivo bajo la guía de especialistas certificados en el cultivo responsable y el uso sostenible de los suelos.
También manifestó que su firma ya cuenta con un estudio de factibilidad del mercado cubano para productos agrícolas de ciclo cerrado, basado en objetivos concretos y capaz de responder a la seguridad alimentaria, que en caso de materializarse pudiese establecer en Cuba una cadena productiva y comercial respecto al cultivo de la papa, particularmente, dependiendo de la siembra de una variedad de semilla escocesa, la cual fue introducida en la Mayor de las Antillas en el año 2006 con la siembra de 90 hectáreas.
El ejecutivo también insistió en la posibilidad de patentizar con el Ministerio de la Agricultura un cruce de ganado vacuno para mejorar la raza e incrementar la masa; se trata de la especie inglesa Aberdeen Angus, de tamaño mediano. La angus es una raza bovina productora de carne, autóctona de Escocia, pero de fácil adaptación a cualquier clima y pradera, altamente productora de carne y la raza más popular empleada en Argentina, Uruguay y Estados Unidos.
La Directora de semillas del Ministerio de la Agricultura manifestó a los empresarios británicos el interés por la colaboración en el ciclo de producción de la papa, comenzando por las investigaciones de laboratorio hasta la final comercialización.
Con empresarios de Reino Unido ya se ejecutan proyectos de cooperación en el Complejo Agroindustrial Ciro Redondo, uno de los colosos azucareros más notables del centro del país. A partir de marzo de este año comenzará el montaje de la primera planta bioléctrica cubana a partir de la biomasa forestal (marabú) y cañera (bagazo), para de este modo ahorrar en combustible diesel.