Autor: Internet Publicado: 21/06/2021 | 09:33 pm
Con la integración como brújula y la sostenibilidad entre sus principales metas, la comunidad científica cubana realizará su X Convención Internacional sobre Medio Ambiente y Desarrollo del seis al 10 de julio próximo, en el Palacio de Convenciones de La Habana.
Más de 300 delegados de 32 países han confirmado hasta la fecha su participación en este cónclave que, desde 1997 (promovido por la doctora Rosa Elena Simeón Negrín) y cada dos años, convoca a investigadores, autoridades, educadores, especialistas, gestores, empresarios, profesionales, productores, estudiantes y demás personas de todo el orbe que trabajan por la sustentabilidad de nuestro planeta.
Organizado por la Agencia de Medio Ambiente (AMA) del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, de conjunto con otras entidades e instituciones del sector en la Mayor de las Antillas, el evento ha logrado en sus nueve ediciones precedentes, una asistencia de más de 7 000 personas, de ellas aproximadamente 50 % proveniente de más de 60 naciones de todos los continentes.
Según informó la presidenta de la AMA, Gisela Alonso Domínguez, en esta ocasión promoverá, con especial énfasis, la cooperación entre los países, el intercambio de experiencias, las prácticas sostenibles y la transferencia de conocimientos, que den respuesta a la urgente necesidad de construir una nueva concepción para el desarrollo, que contenga la proyección de la solidaridad, la cooperación y la responsabilidad mutua, sobre la base de la inclusión plena.
"Ello se efectuará teniendo en cuenta siempre que las personas sean el centro de las preocupaciones y se promueva el crecimiento económico sostenido e inclusivo, el avance social participativo, la protección del medio ambiente y la dignidad del ser humano", subrayó la Experta.
"Se pretende -dijo- que los debates subrayen la necesidad de que la nueva agenda de desarrollo tenga un carácter universal e integral y, a su vez, se conciba con la suficiente flexibilidad, para responder a las necesidades, prioridades y particularidades de cada país y región, conscientes de que no existe un único modelo o receta para avanzar hacia el progreso".
El secretario ejecutivo del Comité Organizador de la Convención, Juan Mario Martínez Suárez, explicó que la cita estará organizada en varios eventos que abarcarán temas de gran vigencia como son: cambio climático; educación, gestión, ordenamiento y derecho ambiental; áreas protegidas; manejo de ecosistemas y biodiversidad; ciencia de la sostenibilidad, museos de Historia Natural; riesgos de desastres; regulación y control; transporte y medio ambiente, así como la reducción y eliminación de sustancias agotadoras de la Capa de Ozono.
Además, al igual que en anteriores ediciones, se abrirá la Feria expositiva asociada de tecnologías, Proyectos y Experiencias ambientales.
El encuentro incluye conferencias magistrales y paneles generales, en los que participarán varias personalidades de organizaciones afines al tema, multilaterales, ministerios de medio ambiente y prestigiosos investigadores y profesores.
En general se celebrarán seis congresos, tres simposios, cuatro coloquios y un taller, todos con un común denominador en sus análisis y debates: "Por un nuevo modelo de desarrollo más solidario, justo, equitativo y sostenible", que en el caso de los países de Latinoamérica y el Caribe se traduce en los ingentes esfuerzos por lograr un compromiso compartido en pos de la integración regional.
Una agenda muy práctica y actualizada
La discusión y el examen acucioso del tema referido al cambio climático es uno de los platos fuertes de la convención que tendrá la IV edición de su Congreso, con un prometedor intercambio sobre mitigación, adaptación y efectos más severos de ese fenómeno mundial, que influye negativamente sobre los pequeños estados insulares.
Se conocerá sobre los impactos, estrategias y opciones de adaptación para asentamientos humanos, la infraestructura, salud, recursos hídricos, agricultura, el suelo y los recursos forestales, sistemas marinos y costeros, biodiversidad, turismo, entre otras actividades y sectores socioeconómicos vulnerables.
El análisis incluirá la evaluación integrada de los impactos del cambio climático, las medidas de adaptación, los instrumentos para diseñar políticas, la eficiencia en el uso de la energía y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, en edificaciones, en el transporte y la producción, así como las opciones tecnológicas y de sustitución.
Se profundizará en asuntos claves como la captura y almacenamiento de carbono, la Geoingeniería, los escenarios y resultados de la introducción de energía renovable, los costos asociados y emisiones netas, entre otros que se asocian, como la variabilidad del clima y los cambios observados en el de Cuba; los factores de tele conexión; y el comportamiento extremo de algunos eventos como ciclones tropicales, sequías, fuertes lluvias, e inundaciones y temperaturas muy elevadas.
Habrá paneles especiales como el dedicado a la presentación del Quinto informe de evaluación del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC), a la Tercera Comunicación Nacional de Cuba a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre cambio climático y sus pasos iniciales, más otro sobre adaptación de la sociedad a ese problema medioambiental global.
Otras temáticas se relacionan con la conservación y uso sostenible de la diversidad biológica para el desarrollo, las especies amenazadas, la erosión, desertificación y sus vínculos con el cambio climático, los perjuicios a los ecosistemas y propuestas para la protección y manejo adecuado de los recursos.
También, se abordará sobre estudios ecológicos, monitoreo y conservación de la biodiversidad, la preservación de los ecosistemas marino-costeros, las funciones y servicios ecológicos ambientales, los productos marinos naturales y sus aplicaciones biotecnológicas, el peligro y vulnerabilidad por el ascenso del nivel del mar, así como el turismo sostenible en áreas protegidas, el manejo del impacto de los visitantes y el apoyo de la base comunitaria.
Muy halagüeño resulta encontrar en el programa de la Convención el tema asociado a la necesidad de una visión global de objetivos básicos para el desarrollo sostenible, que deben tener en cuenta los desequilibrios y discriminaciones, la regeneración ambiental y la urgencia de un consumo responsable.
Uno de los propósitos del encuentro ha sido incorporar junto al sector académico, de científicos e investigadores, a los productores y gestores, a quienes directamente manejan la tierra o cualquier otro recurso natural, pues son los encargados de llevar a feliz término o validan en la práctica, la eficacia de un estudio o experimento de laboratorio.
Por ello sesionará el II Coloquio de manejo sostenible de tierras para conocer sobre las buenas prácticas en la agricultura sostenible y su relación con las medidas de adaptación al cambio climático, las experiencias en áreas de producción, el uso de la agroforestería (sistema productivo que integra árboles, ganados y pastos), los policultivos, las medidas de mejoramiento y conservación de suelos, el manejo del agua, la cubierta boscosa, la prevención y control de incendios forestales y la ganadería, entre otros.
Se examinará la implementación de los programas de lucha contra la desertificación y la sequía a nivel local, nacional e internacional, las experiencias en la adopción de las estrategias ambientales, los proyectos vinculados al manejo sostenible de tierras auspiciados por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF por sus siglas en inglés) y otras instituciones, además de la experiencia de los polígonos demostrativos para la conservación de los recursos de agua, suelo y el forestal.