La acuicultura cubana pone el énfasis fundamentalmente en los cultivos intensivos y en el mejoramiento genético de las especies, a fin de incrementar la producción de peces y contribuir a la seguridad alimentaria, según autoridades del sector.
De acuerdo con el director nacional de esta esfera, Nelson Pérez, los proyectos de investigación y desarrollo para el próximo quinquenio son acordes con las principales líneas de trabajo de la actividad productiva, las cuales buscan la generalización del empleo del alimento húmedo (ensilado), la administración del recurso pesquero, la bioseguridad y la sanidad acuícola.
También se orientan a la introducción de tecnologías de cultivo y nuevas especies, tanto marinas como de agua dulce, dijo Pérez a la agencia Prensa Latina.
El directivo subrayó que prestar mayor atención al avance de la acuicultura constituye un Lineamiento del desarrollo económico y social del país.
Agregó que los técnicos y científicos dirigen sus investigaciones hacia un desarrollo tecnológico que haga sostenible la explotación acuícola, mejore los rendimientos y preserve la calidad del producto.
Algunos antecedentes
Aunque se afirma que los orígenes de la acuicultura en Cuba datan de antes de la llegada de los españoles a este continente, comenzó a desarrollarse sistemáticamente con la introducción de las especies de carpas, como la plateada o tenca blanca, la herbívora o amura blanca y la cabezona o manchada.
Esas especies exóticas de peces dulceacuícolas se aclimataron escalonadamente en las décadas de los años 60 y 70 de la anterior centuria, en respuesta a las necesidades del país, y fueron Rusia y China las naciones que aportaron la asesoría en el desarrollo de la tecnología en esos cultivos.
El fomento de la acuicultura se asoció al desarrollo del programa hidráulico en el país, que incluyó la construcción de más de 200 grandes y medianas presas y miles de micropresas.
De acuerdo con el informe sobre el Programa Alimentario analizado por el Parlamento en diciembre de 1990, mediante las investigaciones biológico-pesqueras y otras medidas el país alcanzaba por esa fecha, entre los principales resultados, capturas estables de unas 76 000 toneladas de peces al año en la plataforma, al haber asentado el desarrollo acuícola.
Por entonces en esa última esfera se sobrepasaban las 20 000 toneladas anuales, gracias al cultivo de organismos, tanto marinos como de agua dulce.
A pesar de las adversas condiciones económicas que sobrevinieron a la nación con la desaparición de sus principales socios comerciales del campo socialista de Europa del Este y de la antigua Unión Soviética, la acuicultura en esta Isla no se detuvo y continuó su desarrollo.
Según datos brindados por el Departamento Estadístico del Grupo Empresarial de la Industria Alimentaria (GEIA), del Ministerio de la Industria Alimentaria, actualmente la producción acuícola nacional se centra en las carpas chinas, la claria y las tilapias.
De acuerdo con la fuente, de una producción total de 23 108 toneladas, unas 14 500 fueron aportadas en el 2012 por las carpas chinas, mientras que 6 400 aproximadamente correspondieron a claria y 1 990 a tilapias.
En estos momentos el país obtiene entre 26 000 y 27 000 toneladas anuales de pescado, el 85 % (cerca de 20 000 toneladas) consistente en carpa plateada (tenca), cultivada por vía extensiva en represas y en otros embalses y fuentes.
La mayor parte de las carpas capturadas se utilizan como materia prima en el proceso tecnológico para la elaboración de diversos productos del pescado, como croquetas, embutidos, picadillo y otros.
Estas representan para la acuicultura cubana un renglón fundamental, que ha permitido la siembra de alevines en los diferentes cuerpos de agua de la Isla.
El volumen restante de la producción acuícola proviene del cultivo intensivo de claria y tilapia.
En el V Simposio Internacional de Acuicultura (AcuaCuba 2015), celebrado en esta capital, se señaló que la Mayor de las Antillas lideró la producción de peces del Caribe en 2008-2010, con el 82 % del volumen alcanzado en el área.
Durante el foro, que sesionó por tres días, especialistas de El Salvador, Costa Rica, Cuba, Puerto Rico, México, Guatemala, Panamá y Uruguay debatieron acerca de 35 conferencias y trabajos científicos y técnicos sobre las tecnologías y aspectos más novedosos de la acuicultura.
Esta última crece a nivel mundial próxima al 6 % anual y asciende hoy a cerca de 60 millones de toneladas de pescado.
Quedó claro para los participantes que el futuro del sector dependerá fundamentalmente de unir esfuerzos de académicos, investigadores, especialistas, productores y proveedores, para desarrollar esta actividad que constituye una contribución importante a la seguridad alimentaria.