Autor: Raquel Sierra Publicado: 21/06/2021 | 09:45 pm
Saber de dónde proviene cada cultivo, quién lo sembró y hacia dónde se dirigió, es aún una utopía para la agricultura cubana. Sin embargo, una aplicación web, desarrollada por la Empresa de Informática y Comunicaciones del Ministerio de la Agricultura (EICMA), permitirá tener, en el plazo de uno o dos años, una fotografía más clara de la producción agropecuaria, desde el productor hasta el destino final.
SIPA es un Sistema de Planificación Agropecuaria creado a partir de las necesidades del Ministerio de la Agricultura (Minag), explica el licenciado José Antonio Milanés Martínez, director general de la empresa, perteneciente al Grupo Empresarial de Suministros Agropecuarios (Gelma). “Es algo inédito en la agricultura, mediante la cual se podrá tener el control de la siembra, la contratación y el destino de las producciones agropecuarias”.
Como empresa de informática tenemos como misión el desarrollo de las infocomunicaciones y la automática, en función de los procesos correspondientes a los 12 encargos estatales del Minag y sectores agropecuario, forestal y tabacalero. Se trata de informatizar procesos relacionados con dos vertientes: gobierno electrónico y el comercio electrónico en Gelma y la red de centros comerciales de suministros agropecuarios, mediante tarjetas magnéticas y los POS instalados en ellos, destacó.
¿Cómo es la fotografía?
El Sistema de Planificación Agropecuaria, en despliegue en todo el sistema empresarial y estatal del sector incluidas las unidades productivas del grupo Azcuba, permite la gestión de la contratación por destinos y plan de siembra, a nivel de productor.
Su desarrollo comenzó a inicios de año. Como una parte del éxito depende de la captación de datos, se impartieron seminarios entre los especialistas de las empresas que atienden la comercialización de cara a la base productiva, las delegaciones provinciales y el personal del Ministerio y los grupos empresariales, con el fin de llegar en 2020 a un nivel bastante elevado de tenentes y procesos registrados. Entre junio y mediados de octubre se habían captado unos 90 000.
Todas las empresas agropecuarias que tienen acceso a la red privada virtual de datos (VPN) de la Eicma se pueden conectar para introducir la siembra, la contratación y el destino de la producción de las fundamentales formas de producción que existen hoy en Cuba: Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA); Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC); Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS) y Unidades Empresariales de Base (UEB) que pertenecen a empresas agropecuarias, incluso, las que no están conectadas, pueden captar la información que se importa mediante el correo electrónico, señaló Milanés Martínez.
A diferencia de lo que pasa hoy, cuando no se conoce con certeza lo que produce y hacia dónde va la producción, destacó el director general, la aplicación es una herramienta que va a permitir controlar las siembras, las contrataciones y el destino, incluso, por variedades: granos, hortalizas, viandas, carne y frutas en las 6 162 unidades productivas que existen en el país. “Todo lo que se pueda producir sobre la tierra, lo puede captar el SIPA”, sostuvo.
“El SIPA va a dar a los decisores la posibilidad de tomar medidas, llevar el control de los tenentes del país, evitar se desvíen las producciones y dirigir de manera eficiente lo que se necesita sembrar en cada lugar, de acuerdo con las necesidades por territorio. Esos son los impactos de la aplicación. Cuando estén registrados los cerca de 400 000 tenentes de tierra, el país va a poder decir: tengo tanto sembrado, tengo tanta comida”, ejemplificó.
De acuerdo con Andrés Sosa, director de mercadotecnia y desarrollo, la información que capte SIPA va a dar una visión de país de los recursos que se requerirán. “Si se sabe cuánto se va a sembrar, se podrán calcular los fertilizantes, combustible y paquetes tecnológicos que demandarán las cosechas y vincularlos a la cadena de suministro de Gelma”, puntualizó.
Hacer camino al andar
En la medida en que las empresas aceleren la recopilación e introducción de datos, más pronto se irá conformando una imagen más real de la agricultura cubana. Según su desarrollador, Antonio Vázquez Rodríguez, “es una aplicación que se va enriqueciendo, en la medida en que nos percatamos de alguna información adicional que se le puede ir introduciendo en nuevas versiones, sin que se convierta en algo engorroso de operar”.
La introducción de la aplicación es tan rica como la vida. Según comentó, se han dado casos en los que la información se ha captado hasta en sacos, que no constituyen una unidad de medida. “En la base productiva se mide en toneladas, en el mercado, en libras y en gramos. Eso es algo que hay que resolver y perfeccionar en el camino”, indicó el Director de mercadotecnia y desarrollo.
“Para 2020 habrá una versión nueva con mucha más funcionalidad, incluso se va a poder interrelacionar con el registro estatal de tierra, cuyo proceso está muy avanzado, lo que va a permitir ver qué tierra tiene cada productor y cuánto está declarando de producción, por ejemplo: si tiene 10 hectáreas, por qué solo va a producir unos pocos sacos de yuca”, dijo Vázquez.
Solo una parte del camino
SIPA es de lo más nuevo que ha puesto la Eicma en el camino de la informatización, pero no lo único. Según refirió Milanés, otras aplicaciones, algunas disponibles para móvil, funcionan en el sector, entre estas Tabardo, para la gestión de la producción tabacalera; Sagaz, especial para el arroz; y Vina, que permite conocer los inventarios en almacén, gestionar demanda y contratación desde la base productiva, Suite de Gestión Empresarial, con los módulos de capital humano, plan de trabajo, gestión de reuniones, control interno, gestión documental y comercial.
A su vez, aceleran la informatización de los 10 Registros Públicos que gestiona el Minag rectorado por el Ministerio de Justicia, y constituyen parte fundamental de la implementación del gobierno electrónico.
Como no se cansan de soñar y hacer, en Eicma trabajan también en la conformación de una herramienta georeferenciada, que recoja desde suelo, comunicaciones, silos, fábricas, minindustrias, meteorología y recursos hidráulicos, entre otros datos, con capacidad de generar mapas, que facilitará la toma de decisiones.