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28 de Marzo  2024 

Proyecto La Moneda Cubana marca hitos en el desarrollo local

El Proyecto de Desarrollo Local (PDL) La Moneda Cubana se dedica esencialmente a estimular la incorporación de los jóvenes desvinculados en lo laboral o social, al programa integral de entrenamiento en Gastronomía y Culinaria del Centro Histórico de La Habana Vieja


Martes 03 de Mayo de 2022 | 10:04:49 AM 

Autor

Ledys Camacho Casado

Fieles a su propósito inicial de rescatar jóvenes para su inserción laboral y social, conjugan la enseñanza de saberes de la cocina y la gastronomía, con su participación en todos los ámbitos de la vida socioeconómica nacional, desde la activa presencia en ferias y eventos comerciales hasta el aporte a los planes asociados a la seguridad y soberanía alimentarias del país.

Con ese alcance y mucha fuerza trabajan hace más de una década, cada día, quienes integran el Proyecto de Desarrollo Local (PDL) La Moneda Cubana, dedicada esencialmente a “estimular la incorporación de los jóvenes desvinculados en lo laboral o social, al programa integral de entrenamiento en Gastronomía y Culinaria del Centro Histórico de La Habana Vieja para la inserción de los educandos en la prestación de servicios en los diferentes actores económicos, que contribuya al mejoramiento de la calidad de vida, la integración sociocultural y el desarrollo local sostenible”.

Se trata de una iniciativa que contribuye a incrementar los aprendizajes, habilidades, destrezas y aptitud de los jóvenes hacia el servicio; refuerza el amor y orgullo por la profesión, el desempeño de las buenas prácticas de la gastronomía, reforzando principios como la organización, higiene, estética, imagen, responsabilidad, disciplina, profesionalidad y honestidad.

En el PDL La Moneda Cubana, subordinado al Consejo de la Administración Municipal, perteneciente a la Asamblea del Poder Popular de la Habana Vieja, los jóvenes antes desvinculados al estudio y/o al trabajo, encuentran un camino de inserción social.


Los jóvenes, la razón de ser del PDL La Moneda Cubana.


Si bien la mayoría de sus estudiantes proceden de varios municipios de la capital, en la nómina también se incorporan otros provenientes de las provincias de Artemisa, Mayabeque, Matanzas, Ciego de Ávila, Villa Clara, Santiago de Cuba y Guantánamo, demostrativo de su repercusión nacional.

Con la sexta y más reciente graduación de La Moneda Cubana, suman 1 539 los jóvenes capacitados con vistas a su inserción laboral, especialmente en el sector no estatal, en especialidades como la cocina y la gastronomía, aunque otras entidades y empresas en esta rama hacen solicitudes para emplear a educandos del proyecto.

Ángel Aguilera Castillo, fundador y coordinador general de este PDL, señaló que desde su creación hace once años, se han concentrado en preparar a los estudiantes para que puedan ejercer esos oficios y hasta incursionar como emprendedores de negocios, tratando siempre de proporcionarles un empleo digno.

Hoy tienen suficientes ofertas para el adiestramiento a partir de acuerdos de colaboración con varias instituciones y empresas, entre estas, citó el proyecto Arte Chef, de la Federación de Asociaciones Culinarias, y la incorporación de entidades estatales como los centros culturales de promociones artísticas y literarias (Artex S.A.), Marlin Marina Tarará, Casas de la Amistad y la Corporación CIMEX.

La Moneda Cubana, concebida por este afanoso delegado del Poder Popular, resultó en aquel entonces una alternativa de solución ante múltiples problemáticas sociales identificadas en su circunscripción, la número seis del Consejo Popular Catedral, y hoy, en medio de no pocas dificultades y retos, rebasa los límites del barrio.

Retos y aportes que engrandecen

     
La casa de la Escuela de Arte Culinario y Gastronomía, la nueva sede del PDL, situada en el reparto Santos Suárez, del municipio capitalino de Diez de Octubre, está escoltada por un Díptico de gran formato del artista plástico López Oliva.

De su historia reciente podrían mencionarse su activa participación en la XXX edición de la Feria Internacional del Libro de La Habana que tuvo en el Bazar San Ignacio, en el Centro histórico de la capital cubana, un gran despliegue comercial, con ofertas gastronómicas, culturales, venta de textos, productos artesanales y utilitarios en general, para deleite de la población y todos los visitantes del lugar.

En especial se presentaron diversos emprendimientos de jóvenes y múltiples novedades del ámbito de la gastronomía y la cocina, con el expendio de volúmenes sobre estas temáticas, de la Editorial Arte Chef.

Muy fructífera resultó su asistencia a la Primer Feria de Desarrollo Local efectuada en Expocuba, donde la cosecha de éxitos incluyó la firma de un Convenio de Colaboración, Cooperación y Asistencia con la firma italiana Raso Group SRL en pos de acciones para la mejora de las condiciones físicas y constructivas del inmueble donde se encuentra ubicado ese PDL de la Habana Vieja.

En particular el acuerdo incluye la reparación y mantenimiento constructivo del aula donde se impartirán los cursos de cocina, repostería y heladería, además de que la entidad italiana aportará insumos, materiales y equipamiento al PDL, facilitará la capacitación de los profesores y brindará la asistencia técnica necesaria.

En el recinto ferial de Expocuba suscribieron además un importante Convenio de Colaboración con el PDL Habana DKY, considerado muy útil para incrementar la cultura gastronómica de los jóvenes que integran el proyecto.

Lograron además concretar la habilitación de un laboratorio para la enseñanza en cocina profesional, heladería y repostería; la realización de rutas gastronómicas como parte del programa de entrenamiento de los jóvenes para ampliar su acervo cultural en los diferentes oficios (cuentan con talleres integrales y de especialización en cantina, cocina profesional, técnicas de salón, heladería, repostería y panadería, gastronomía e idioma inglés).

     

Comparten intereses comunes de colaboración con otros actores económicos como las Mipymes, y amplían su alcance aun en medio de las complejidades por la pandemia de la Covid-19 y los efectos del bloqueo en el país, para concretar, por ejemplo, el acompañamiento a instituciones como el Acuario Nacional de Cuba, que prueba la posibilidad de poner el encadenamiento productivo  en función de la ciencia, la educación ambiental y la recreación, a partir de proyectos de desarrollo local que cobran cada vez más fuerza.

Estrechan contactos también con la filial habanera de la Asociación de Cantineros y con la Federación de las Asociaciones Culinarias de la República de Cuba (FACRC), en términos que favorecen a todas las partes y en particular, el avance de este PDL.

Extienden su quehacer y ya tienen una segunda sede en la capital, ahora en el municipio de Diez de Octubre una nueva sede, con todas las condiciones creadas para impartir cursos y talleres especializados.

Se enfrascan en la apertura de un nuevo restaurante de cocina cubana en La Habana Vieja, en San Ignacio No. 1820, ahora en proceso constructivo, al igual que una microcervecería artesanal, entre otras proyecciones que los reafirman como un PDL, a la altura de los tiempos que corren y los duros retos que enfrenta la economía de la mayor isla antillana.

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