La sequía se ha agudizado en Cuba, debido a la escasez de precipitaciones. Mayo -un mes tradicionalmente de grandes aguaceros- finalizó con un acumulado nacional de 80 milímetros, cifra equivalente a 47 % de su media histórica de lluvia.

El periódico Granma informó que los embalses del país almacenaban, hasta el 31 de ese mes, alrededor de 3 647 000 metros cúbicos, apenas el 41 % de la capacidad total.

Las provincias con más decrecimiento son Camagüey (11,8 millones de metros cúbicos), Villa Clara (9,8 millones) y Pinar del Río (4,3 millones) En cuanto al llenado, Cienfuegos, Holguín, Santiago de Cuba y Guantánamo están entre 50 y 80 %, mientras otras 11 provincias acumulan menos de 50 % y hay 14 embalses de abasto a la población, en nueve territorios, que están por debajo del 25 %.

IMPACTO EN LA AGRICULTURA

Despachos de la Agencia de Información Nacional (AIN) refieren que el déficit de humedad incide negativamente hoy en las siembras, y en la germinación de las áreas plantadas en varias provincias, en particular en campos cañeros. En estos momentos, cuando la plantación de caña cobra intensidad, en Camagüey, la germinación de las simientes está muy comprometida debido a la ausencia de lluvias que propicien el brote de las plantas.

Los agricultores miran preocupados la falta de brotación en las superficies plantadas desde la segunda decena de mayo, las cuales no han sido beneficiadas por las precipitaciones.

Esperamos lluvias en estas jornadas para tener seguridad con los campos sembrados, dijo a la AIN Ramón Campanioni, de la dirección de caña del Grupo Empresarial Azucarero (GEA) Camagüey.

Desde enero el territorio regó simientes en 3 273 hectáreas, que significa un ligero atraso en relación con lo planificado hasta ahora, según la sala de control del GEA, y de esta superficie unas 500 fueron plantadas en los cuatro meses iniciales del año en terrenos con regadío.

Pero los sembrados desde fines de abril en áreas de secano se han visto perjudicados en mayor o menor medida por la estación seca.

Campanioni señaló que la labor se realiza con semillas castigadas por la sequía, lo cual indica que no tienen la calidad óptima, pues muchos de los campos dedicados a la producción de simientes fueron muy dañados por los huracanes de 2008. La carencia de agua también preocupa a los cosecheros de arroz -estatales y privados.

Por esa causa, el municipio de Yara, uno de los principales productores de la provincia de Granma, dejará de plantar más de 1 300 hectáreas en el año y esa cifra la asumen varias localidades, fundamentalmente Río Cauto, el otro emporio del cereal en la zona. Para contrarrestar en parte el déficit de lluvias y aprovechar racionalmente las disponibilidades del agua superficial y subterránea, los campesinos dedicados a ese cultivo en Ciego de Ávila restablecen redes hidráulicas e instalan estaciones eficientes de bombeo.

También limpian y dan mantenimiento a los canales y demás sistemas de irrigación, y avanzan en la organización de dos polos arroceros en los municipios de Bolivia y Chambas, donde hay tierras suficientes, derivadoras de agua y demás medios para el riego.

Los varios años de sequía intensa han dejado secuelas en los cultivos permanentes y los suelos en Guantánamo, donde se está acelerando la tendencia a la desertificación en áreas con buena vegetación históricamente.

DÉFICIT EN EL SERVICIO

La reducción de los niveles de agua en los embalses y la deficiente disponibilidad de las aguas subterráneas ha afectado el suministro del vital líquido a más de 500 000 personas. Tan solo en Las Tunas el número de consumidores perjudicados se eleva a 100 000, quienes ahora se abastecen mediante carros pipas. Allí se acometen grupos de medidas para evitar fugas de agua, entre las cuales figuran la eliminación de salideros y la instalación de metro-contadores en centros altos consumidores.

El reparto La Victoria, donde se localiza más del 60 % de los salideros, será priorizado en la rehabilitación de redes este año, cuyo programa contempla 35 kilómetros en la ciudad de Las Tunas.

Muchos avileños también se abastecen de agua mediante pipas. Además se perforan y reperforan pozos, y se realizan balances del agua en cada zona a partir de los pronósticos de disponibilidad para cada mes. Por su parte, Cienfuegos aplica el metraje para el control del agua en las instituciones estatales, se han montado cerca de 900 metro contadores, a partir de los cuales redujo el derroche.

Se labora, además, en el cambio de válvulas y tuberías en redes y conductoras muy antiguas, trabajo integral que incluye la instalación de nuevos sistemas de abastecimiento con mayor calidad para evitar derrames. Para no sobreexplotar las fuentes, los especialistas trazaron un plan de perforación de pozos, mientras inspeccionan las viviendas, donde se pierde más cantidad de agua debido al deterioro de los herrajes y la falta de conciencia sobre la necesidad del ahorro. AHORRO IMPRESCINDIBLE

Ante la severa sequía, Cuba promueve hoy una cultura de adecuadas formas de consumo del agua, como una de las vías para reducir el uso indiscriminado de ese recurso.

En busca de concientizar al sector residencial y estatal en esta problemática, el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) refuerza la divulgación y las medidas dirigidas a una mejor distribución del preciado líquido. Esta campaña cuenta con el respaldo del Programa de Ahorro y Uso Racional del Agua (PAURA), vigente desde 2005 y al que ya se sumaron organismos como el Ministerio de Educación, el cual centra su trabajo en la población infantil y juvenil. También participan en este empeño el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente y los medios de difusión masiva aportando experiencias en educación ambiental.

Entre los objetivos del PAURA está promover nuevos estilos y adecuados hábitos de consumo del agua para asegurar su protección y uso racional. De acuerdo con el INRH existen dificultades con los sistemas de redes de distribución y los herrajes de plomería, elementos indispensables para lograr un eficiente ahorro y garantizar la disponibilidad de este vital recurso.

El Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil aseguró que se adoptan las medidas pertinentes para garantizar el suministro de agua y se monitorea el impacto del déficit de lluvias sobre las fuentes de abasto y su posible alcance (SE).