En los últimos tres años hay un incremento en el intercambio comercial entre Bélgica y Cuba, y un auge en los deseos y esfuerzos por estrechar las relaciones de negocios entre empresarios de ambos países. Así lo ratificó en entrevista para Opciones Rudi Mertens, consejero económico y comercial de esa nación en la Isla, quien aseguró que en tal empeño han ayudado la existencia de la oficina que él dirige en La Habana, los lazos que esta mantiene con su homóloga en Bruselas, más el interés de su gobierno por fortalecerlos en el futuro inmediato.
“Aunque el monto de las operaciones de intercambio todavía es pequeño, si realizamos una comparación del año pasado a la fecha podemos concluir que han surgido muy buenos proyectos y perspectivas. Por supuesto, se mantienen como mayoría las ventas directas de empresas belgas a la Isla, contratos que se realizan en buena medida a partir de la Feria Internacional de La Habana y se sellan con grandes distribuidores y comercializadores nacionales; además, se abren caminos a las inversiones de grandes grupos de mi país, interesados en negocios en los sectores del cemento, el acero, la cervecería y la biotecnología, entre otros”, abundó el diplomático.
“Esto quiere decir que la importancia de Bélgica en Cuba continuará en ascenso, y nuestra oficina seguirá apostando por una evolución cada vez más favorable en esa dirección, e igualmente en sentido inverso, porque creemos que Bélgica puede servir como puente para que Cuba coloque sus productos en el mercado europeo. De hecho, ya hemos estudiado algunos sectores que muestran grandes oportunidades, como el de la biotecnología; y se ha organizado para principios del año próximo la visita de una misión comercial de especialistas y directivos cubanos de este sector a nuestro país, con el objetivo de que se familiaricen con las características del mercado europeo, y den a conocer sus diversas líneas productivas allá.
“Consideramos que en ese sector Cuba tiene productos de calidad excelente, como es el caso de la vacuna contra la Hepatitis B, que fue comercializada en el mundo precisamente a partir de Bélgica. Ese producto puede servir como referencia para establecer una relación que incluya otras vacunas relevantes, medicamentos contra el cáncer, e incluso nuevas líneas de desarrollo del área biotecnológica de la Isla que no cuentan con una red de comercialización mundial, algo en lo que mi país pudiera apoyar”, añadió.
También para el 2005, y más específicamente para los finales de ese año, realizarán otra misión, que traerá una representación de empresarios belgas a La Habana. Cada año, las regiones de Bélgica organizan tres o cuatro misiones de este tipo dirigidas a naciones con las que les interesa potenciar las relaciones comerciales, por lo que la inclusión de nuestro país en esa lista constituye un excelente presagio.
Vale mencionar que la oficina comercial belga en Cuba representa a las tres regiones principales de ese país: Bruselas Capital, Flandes y Valonia, con estrategias de comercio exterior independientes que de forma casi única reúnen sus esfuerzos en nuestro caso, porque en las relaciones con el resto del mundo cada región mantiene su autonomía.
UNA ESTRATEGIA BASADA EN INTERESANTES ENFOQUES
Con respecto a la significación que el mercado cubano puede tener para Bélgica, el Consejero comercial aportó un interesante enfoque. “Nuestra posición hacia Cuba se respalda en el hecho de que no la vemos como un simple mercado secundario, sino que pensamos que pudiera de-sarrollarse como centro regional en el comercio hacia América Central y el Caribe, debido a su excelente ubicación, la preparación de su personal humano y las amplias oportunidades de negocios que ofrece.
“La estrategia consiste precisamente en dar esa visión para atraer más empresas belgas hacia este mercado y la zona referida, porque sabemos que dichos espacios son mirados de manera secundaria por nuestros empresarios, que en la actualidad dirigen casi el 80 por ciento de sus exportaciones al entorno europeo y solo el uno por ciento al continente americano. Hay que crear, por tanto, incentivos, nuevas maneras de propiciar intercambios que prometen resultados favorables para ambas partes”, explicó Mertens.
En el sentido contrario, reiteró que su país pudiera significar una puerta para acelerar la entrada de los productos cubanos al mercado europeo, dada su situación, pues funciona como plataforma logística dentro de la Unión por su amplia red de comunicaciones y transporte, e igualmente por su ubicación en el centro del continente. “Estas son ventajas indiscutibles que deben ser aprovechadas eficientemente por los interesados en ganar el mercado europeo, y nosotros queremos ayudar para que los productos cu-banos trabajen por ese propósito”.
En la actualidad Bélgica envía hacia la Isla productos químicos, farmacéuticos, alimenticios, minerales y maquinaria en general, e importa desde esta mayormente tabaco. Rudi Mertens confía en que el abanico de ofertas nacionales pueda crecer en años próximos en la misma medida en que continúa aumentando el interés de los empresarios belgas por Cuba. Añade que tanto su oficina en La Habana, como la de Cuba en Bruselas, harán todo lo que esté a su alcance para que las posibilidades de negocios se fortalezcan en el futuro inmediato.
“Para seguir ese camino no contamos solo con la iniciativa de las misiones comerciales, sino además con muchas herramientas como la página web (www.cuba.irisnet.be) que nuestra oficina ya tiene en Internet. Este sitio está enlazado a una sofisticada red que reúne a unas 30 000 empresas belgas, a las que enviamos información muy específica sobre determinadas demandas y necesidades de la Isla. De igual forma, los que quieren conocer datos generales o puntuales sobre el mercado cubano, pueden usar los servicios activados por esta vía”, concluyó el diplomático.
Otro de los aliados indiscutibles en el propósito de fortalecer el intercambio comercial cubano-belga es la Feria Internacional de La Habana, una cita por la que también volverán a apostar este año.