Autor: Archivo JR Publicado: 09/10/2024 | 08:21 pm
Para fortalecer las capacidades institucionales en materia de saneamiento ambiental centradas en soluciones al tratamiento de las aguas residuales industriales, en específico en el sector metalmecánico, en la cuenca tributaria de la capital cubana, el Grupo de Trabajo Estatal Bahía de La Habana (GTE-BH) recién organizó un taller, como parte de un proyecto con la Agencia Española de Cooperación Internacional.
La directora de Gestión Ambiental del GTE-BH, Mercedes Gzegozewski González, señaló que este evento en una primera ocasión hace varios años se dedicó a la esfera alimentaria, en particular al procesamiento de los residuales de la industria cárnica con elevada concentración de materias orgánicas y nutrientes así como a la rama molinera que además de estos elementos, arrastra sólidos y coliformes termotolerantes.
Según explicó la especialista, esas acciones se desarrollan mediante la participación de expertos españoles, con la realización de encuentros de intercambio técnico sobre la temática con el propósito esencial de fomentar un plan de ingenieria básica que viabilice la prefactibilidad para posibles inversiones con vistas a solucionar los problemas de generación de vertimientos a ríos y drenajes que tengan como destino final, las aguas del enclave habanero.
Esa iniciativa que comenzó en 2019 pero tuvo un impasse durante la pandemia global de la Covid-19, debe concluir con broche de oro el año próximo, pues de acuerdo con lo acordado, las empresas involucradas lograrán contar, sin gasto alguno, con un personal capacitado y entrenado, a partir del conocimiento suficiente sobre nuevas metodologías, herramientas y formas de enfrentar el tratamiento de los residuales.
El curso impartido esta vez por los expertos españoles Jorge García, del centro tecnológico conocido por AINIA, y Francisco Blasco Mollá, del instituto de investigación AIDIMME, (ambos ubicados en la ciudad de Valencia), incluyó asuntos referidos al tratamiento primario de depuración de aguas residuales industriales, en este caso de la metalurgia, así como los métodos secundarios o biológicos, los terciarios y cuaternarios, además de la gestión de la explotación y mantenimiento de esos procesos.
Ambos estudiosos exaltaron la necesidad de incentivar los programas de depuración, reutilización y reciclaje, para la mejora del tratamiento del agua, así como su empleo, que parte de la reducción de su consumo, es decir, del ahorro.
Tras hacer una presentación de la labor de esas dos instituciones, los profesores del taller subrayaron la importancia de contar siempre con la ciencia, la técnica y la innovación para resolver los problemas ambientales, así como el compromiso de contribuir con su aporte a perfeccionar la pericia y preparación profesional de los especialistas cubanos involucrados en tales proyecciones, dentro del programa financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional, por un monto de miles de euros.
Examinaron en el evento, varios ejemplos de buenas prácticas en el tratamiento de residuales, que en esta ocasión se destinó a la actividad de los que contienen elevada concentración de grasas, aceites y altos valores de conductividad, en tanto se conoció también de las experiencias reales y casos de éxito de proyectos y empresas sectoriales, en toda la cadena industrial de la metalmecánica.
Las clases y conferencias resultaron muy interactivas con los participantes, representantes del empresariado cubano asociado a la metalurgia, quienes pudieran servir de vínculo para replicar y generalizar los conocimientos y lecciones aprendidas a otros establecimientos y unidades básicas afines o de esa misma rama.
Los ponentes del taller hicieron énfasis y profundizaron en lo relacionado con el reciclaje, reuso, la economía circular, la gestión de residuales, así como los procedimientos y parámetros para medir los niveles de excedentes y su destino final, el diseño de sistemas de tratamientos, las normativas que regulan los vertidos industriales, entre otros.
Los asistentes al evento, empresarios, técnicos, directivos y profesores, destacaron su buena acogida, que demuestra la posibilidad de incorporar a los centros de investigación y tecnológicos, y demás actores, con el fin de movilizar a todos en la solución de los problemas de contaminación, y contar con los saberes, habilidades y capacidades de quienes pueden ayudar a enfrentar asuntos tan complejos e imprescindibles.
“Todos con un mismo fin, el saneamiento y gestión de las fuentes contaminantes de cualquier tipo de industria dentro de la cuenca de la Bahía tanto directa como indirecta, a partir de la capacitación de proyectistas, estudiosos y especialistas de las entidades que vierten a ese enclave, o trabajan con otras que de alguna manera están asociadas a la Tarea Vida y al nuevo proyecto de su desarrollo”, subrayó Gzegozewski González.
La directora de Gestión Ambiental del GTE-BH reconoció que a partir de las enseñanzas transmitidas por los expertos españoles, cuyas recomendaciones y conocimientos se toman en cuenta y adecuan a las condiciones de nuestro país, se realizan propuestas de soluciones y se elaboran proyectos que sirven a la industria como herramienta de trabajo.
Señaló la posibilidad de crear un proyecto de ingeniera básica, a partir de fases y etapas como el pretratamiento, que abarca la conformación de un expediente e incluye análisis de prefactibilidad para las empresas involucradas hasta que cierren el ciclo y reduzcan o eliminen los vertimientos, al conformar una respuesta factible y práctica a determinado problema ambiental.
En todo este proceso el costo es asumido por el proyecto de cooperación que da la posibilidad incluso, de conformar un catálogo con las probables soluciones en diferentes industrias, homólogas o similares, para además de sensibilizarlos y darles la pauta a seguir, demostrarles cuántas formas hay de resolver los vertimientos.
Para ayudar a minimizar residuales, acción que requiere de recursos, se les dan todas las herramientas con vistas a lograr que en el momento adecuado, y de acuerdo con sus presupuestos, las empresas puedan, incluso, construir un sistema de tratamiento, que resulte menos costoso que su importación y logre inclusive, involucrar en su diseño y ejecución, al resto del sector industrial nacional.
La directiva indicó que estas experiencias pueden emplearse de manera extensiva en cualquier otro sector productivo y también en algún enclave con similares problemáticas a las de la cuenca habanera, lo cual propicia que esa capacitación se multiplique pues solo se necesitarán ajustes por características muy puntuales de los vertidos y del enclave en cuestión como su caudal, los afluentes y niveles de contaminación, entre otros.
Acciones como estas, resumió Gzegozewski González, tributan a elevar la capacidad de análisis y diseño de soluciones al tratamiento de aguas residuales industriales al poder contar las entidades con un documento técnico de consulta según el tipo de vertido.
También es una oportunidad de que las instalaciones que constituyen fuentes contaminantes de la Bahía capitalina accedan a estudios técnicos sobre la implantación de Plantas de Tratamiento y puedan valorar la factibilidad de disminuir las importaciones de los componentes necesarios en la construcción de esos sistemas, a partir de mejorar las capacidades científicas y de investigación de las instituciones cubanas en esa materia.
Una Bahía turístico- recreativa
La Bahía de La Habana como zona de gran potencial socioeconómico y urbanístico, donde conviven elementos de valor histórico-cultural, incluido el patrimonio industrial, resulta un extraordinario enclave paisajístico y medioambiental, que cuenta con un Plan Perspectivo de Desarrollo como puerto polifuncional, donde prime la actividad turístico – recreativa, tras la reconversión por etapas a partir de la atención diferenciada a la calidad y diversidad de los servicios básicos comunes y de las actividades educacionales, culturales o deportivas en ese ecosistema.
No son pocas las acciones que despliega el GTE-BH para garantizar el saneamiento ambiental de esa ensenada y su entorno desde hace más de dos decenios cuando pusieron en marcha medidas urgentes y sistemáticas con vistas a la sustentabilidad a partir de los procesos de descontaminación que posibilitan el mejoramiento y la calidad de sus aguas, suelos y aire.
Están identificadas varias etapas de implementación de ese Plan Perspectivo que requiere la integración interinstitucional, y la responsabilidad del GTE-BH en la gestión y el manejo ambiental de ese enclave, priorizando la sostenibilidad de todo el proceso de desarrollo.