La tierra sanjuanera, en Pinar del Río, es reconocida a nivel mundial por la calidad de la aromática hoja. Autor: Ismael Francisco/Cubadebate Publicado: 04/10/2024 | 08:01 am
Cuando a finales de agosto, en Manicaragua, Villa Clara, donde se encuentra el mayor semillero estatal para el tabaco en esa provincia, se inició la producción de posturas para la campaña tabacalera 2024-2025, se daba paso a una acción que se repetiría en las otras provincias tabacaleras del país, para garantizar que estuvieran listas para el momento de la siembra.
En ese territorio, el compromiso era producir posturas en 15 300 canteros en semilleros tradicionales y 24 000 bandejas en túneles para dar respuesta a las demandas de siembra, cumplir con la siembra de áreas contratadas en las tecnologías de tabaco al sol y tapado, y lograr rendimientos superiores a una tonelada por hectárea en el tabaco al sol, así como sobrepasar el 30% de capa exportable en el tapado, similar a 400 manojos por hectárea.
En Pinar del Río, que se propuso plantar en esta temporada unas 12 000 hectáreas, se emprendió la riega de semilleros en todos sus territorios en días recientes, como programado para la campaña tabacalera 2024-2025.
En Sancti Spíritus, para la campaña que planifica para octubre las primeras plantaciones, se propuso al territorio un plan de contratar 2 260 hectáreas, con 2 569 toneladas de tabaco a producir y un rendimiento de 1.1 toneladas por hectárea. Según dijo a la prensa Isidro Hernández Toledo, director agrícola en la Empresa de Acopio y Beneficio de Tabaco en ese territorio, se produjeron atrasos en la contratación en la modalidad sol en palo hasta que se aprobó un incentivo que se incorpora por primera vez de pagar calidad, mediante un esquema que comprende pagos en divisa y que tiene como requisitos cumplir el plan de siembra contratado y obtener rendimiento agrícola, como mínimo, de 1.2 toneladas por hectárea en áreas con riego y de 1 en terrenos de secano.
A la baja rentabilidad del cultivo, entre las dificultades se suman la falta de casas para curar el tabaco, productores enfermos y envejecidos, usufructuarios con ese objeto definido que abandonaron la tierra, lugares donde no hay garantía de agua, decisiva para lograr alto rendimiento agrícola, así como el déficit de fuerza laboral.
En las Tunas, por su parte, se plantará la variedad Corojo 2006 en seis municipios y se enfatiza en que el éxito dependerá de la adecuada preparación de los suelos y la garantía del paquete tecnológico. Hasta la fecha se cuenta con todos los recursos, tales como fertilizantes, productos fitosanitarios y combustible, declaró a la prensa local Yanelys Ramírez León, directora técnico-productiva de la Empresa de Acopio, Beneficio y Torcido de Tabaco.
En este territorio es habitual el inicio de la siembra en octubre, y la estrategia de la empresa concibe plantar ese mes el 10 por ciento del área total; mientras que se prevé el 55 para noviembre, y el 30, en diciembre. De ese modo, solo restará el cinco por ciento para la primera decena de enero del 2025.Esas decisiones están dirigidas a recuperar el programa tabacalero, con un incremento notable de los rendimientos agrícolas, más eficiencia en el uso de los insumos asignados y mejor calidad de las hojas, así como la aplicación de nuevas formas de pago, que constituyen un estímulo para los productores.
De acuerdo con Marino Murillo, presidente del Grupo Empresarial Tabacuba, en el país se pretende llegar a las 20 000 hectáreas y lograr unas 25 500 toneladas de tabaco, a fin de dar respuesta a las demandas de la industria. Según recordó, las dos últimas campañas fueron pequeñas, debido al paso devastador del huracán Ian, en septiembre de 2022, el cual destruyó la mayor parte de la infraestructura de Vueltabajo, donde se cultiva entre el 60 % y el 70 % del tabaco cubano.
Al respecto, destacó que se requiere incrementar la producción de manera que se pueda disponer de la materia prima que se necesita para el torcido de exportación. A su juicio, los principales desafíos del sector están en lograr una mayor eficiencia y elevar los rendimientos agrícolas, distantes hasta ahora de las 1,4 toneladas por hectárea a las que aspira el grupo empresarial.
De acuerdo con el directivo, el esquema en divisas aprobado por el gobierno central a Tabacuba ha permitido contar con los insumos necesarios para esta contienda. “Tenemos el combustible hasta el mes de marzo, e inventarios para aplicar todas las formulaciones de fertilizante. Las contrataciones y los arribos se están comportando como lo previmos. En términos de recursos, estamos en condiciones excepcionales”, señaló.
A inicio de septiembre, Murillo señaló que Tabacuba tiene el compromiso de aportar a la liquidez central del país con las exportaciones de tabaco y ello se cumple, pero estamos convocados a laborar con más eficiencia que es sinónimo de mejorar los rendimientos agrícolas, la organización y disciplina en el uso correcto de la divisa que disponemos para materializar las importaciones.
Entre las proyecciones, destacó el uso de las fuentes renovables de energía tanto en el campo, para el riego, como en las fábricas, escogidas y despalillos, a fin de ganar en autonomía y reducir la dependencia de los combustibles fósiles y del Sistema Eléctrico Nacional. Según enfatizó, una de las prioridades del desarrollo en Tabacuba es la trasformación del consumo de energía a fuentes renovables; en particular, la fotovoltaica.