Jueves
08 de Mayo  2025 

El Capitolio Nacional y el Barrio Chino, atracciones de Cuba


Miércoles 07 de Mayo de 2025 | 07:22:41 PM 

Autor

Redacción Opciones

 

La Habana, además de constituir el eje administrativo de la nación, reúne muchos encantos, entre los que pueden citarse lugares como el Barrio Chino y el Capitolio, que guardan historia, cultura y placeres sibaritas.

Esos lugares, en apariencia opuestos, sin embargo, poseen mucho en común debido a sus trayectorias, y el reclamo de viajeros llegados desde Europa.

Sitios un tanto mágicos, atesoran anécdotas e impacto a partir de su presencia en la historia cubana contemporánea.

En el caso del Capitolio de La Habana, las autoridades le devolvieron su autoridad al reinstala la sede del Parlamento Cubano.

REMEMBRANZAS E HISTORIAS

Definido como una edificación típica del turismo cubano, El Capitolio de La Habana constituye hoy una especie de mito porque es frecuente que quienes se le acercan, decidan tomarse una foto frente a su escalinata.

Con su cúpula marcando la silueta de una urbe moderna y cosmopolita, además posee  un brillante indicador del kilómetro cero de las carreteras del país.

Destinado en sus orígenes al Congreso de la República, luego sede del Ministerio de Ciencias, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), y ahora Parlamento, desde sus inicios fue uno de los edificios más representativos del país.

El inmueble ocupa una superficie de 388 700 metros cuadrados entre las calles Paseo de Martí (popularmente conocido como del Prado), Dragones, Industria y San José, y fue inaugurado el 20 de mayo de 1929.

Su construcción duró tres años, dos meses y días, y la dirección de las obras corrió a cargo del arquitecto Eugenio Raynieri Piedra. En esa edificación participaron 8 000 personas y el valor total llegó a 17 millones de pesos de la época.

Los historiadores recuerdan que hasta finales de los años 50 del pasado siglo funcionaron las Cámaras de Representantes del Senado en ambas alas del edificio.

Cúpula, escalinata y jardines constituyen toda una postal de La Habana. Las dos imágenes en bronce que custodian la entrada principal resultaron obra del italiano Ángelo Zanelli. La escultura de la izquierda significa el trabajo y la de la derecha la virtud tutelar.

El interior también asombra a los visitantes, pues luego de ascender los 55 peldaños de la escalinata inicial descubren maravillas: hay tres grandes puertas, igualmente de bronce, con 10 cuadros de bajorrelieve en los cuales se representa la historia nacional.

Acto seguido, se llega al sitio más conocido mundialmente: El Salón de los Pasos Perdidos, con estilo ecléctico y, al centro, el brillante que marca el kilómetro cero de las carreteras de Cuba. En ese mismo salón se encuentra la estatua de la República -también obra de Zanelli- con 49 toneladas de peso y 17 metros de altura.

Otros son los encantos añadidos del inmueble como los salones Baire, Bolívar, Baraguá, Yara, Jimaguayú, Martí, el Hemiciclo Camilo Cienfuegos, o las Escaleras del Honor, referencias a celebridades, y sitios de la historia de la Isla y América.

Indudablemente, su belleza obliga a la meditación con sus galerías donde se imponen  mármoles, espejos venecianos, maderas preciosas como la caoba y siluetas estilo rococó, a partir del renacimiento italiano o la Francia napoleónica, entre otros tesoros del arte.

Para sumarle atractivos en sus alrededores destacan lugares de interés como, el Parque Central, La Fuente de La India, y el Paseo del Prado o José Martí (en honor al Héroe Nacional Cubano) y, con posterioridad trasladada hacia otro sitio de la capital, la Real Fábrica de Tabacos de Partagás.

 ESE BARRIO CHINO TAN COSMOPOLITA

Creado en 1874 a partir de los emigrados chinos hacia La Habana desde San Francisco, Estados Unidos, en el Barrio se ofrecieron -y aún se ofrecen- servicios de comercio, restaurantes, lavanderías, farmacias y asociaciones que dieron abrigo a los procedentes de la nación asiática.

Por demás, se introdujeron técnicas de cultivo de hortalizas y ciertas maneras de preparar los alimentos en las cuales combinaron sus recetas con las ya existentes en la Isla, tanto las traídas por los españoles que colonizaron el país, como por los esclavos africanos.

El espacio que ocupan las calles Dragones, Zanja y Salud, donde siempre se ubicaron los principales negocios de los provenientes del lejano oriente, conforman el corazón del Barrio chino, sitio donde la prosperidad se hizo sentir en sus inicios aunque tuvo diferentes períodos de alzas y bajas, hasta una recuperación actual, cuando se organizan fiestas, actos culturales y se desarrollan ancestrales prácticas deportivas.

La proverbial laboriosidad de los chinos, su tenacidad, hospitalidad, moderación y arraigo familiar se destacaron entre los modos de los habitantes de esa barriada que se asentó en las calles Belascoaín, Estrella, Amistad y San Miguel, en lo que hoy es el municipio de Centro Habana.(PL)

 

Por demás, se introdujeron técnicas de cultivo de hortalizas y ciertas maneras de comer que combinaron sus recetas con las ya existentes en la Isla, tanto las traídas por los españoles que colonizaron el país, como por los esclavos africanos.

La laboriosidad de los chinos, su tenacidad, hospitalidad, moderación y arraigo familiar se destacaron entre los modos de los habitantes de esa barriada que se asentó en las calles Belascoaín, Estrella, Amistad y San Miguel, en lo que hoy es el municipio de Centro Habana.

El espacio que ocupan las calles Dragones, Zanja y Salud, donde siempre se ubicaron los principales negocios de los provenientes del lejano oriente, conforman el corazón del Barrio chino, sitio donde la prosperidad se hizo sentir en sus inicios aunque tuvo diferentes períodos de alzas y bajas, hasta una recuperación actual, cuando se organizan fiestas, actos culturales y se desarrollan ancestrales  prácticas deportivas chinas.

El cine Águila de Oro es uno de los más simbólicos de la ciudad, cuya persistencia dice mucho del carácter de los estos asiáticos, donde aún se proyectan filmes sin traducción al castellano, ahora con una galería.

Cada nuevo año lunar (2025 lo celebra la cultura china como el año 4723, de la Serpiente) constituye festejo constante en ese Barrio y por lo tanto constituye, sin duda, atractivo especial para quienes visitan esa localidad, espacio privilegiado de La Habana.

 

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