La labor del operador es un trabajo duro. No es solamente abrir y cerrar la válvula, hay que trabajar con seguridad y estar preparado. Autor: 5septiembre.cu Publicado: 07/07/2025 | 11:26 pm
Llegar a la Refinería de Cienfuegos hace más de cuatro décadas resultó para Carlos Celedonio Roger Avilés mucho más que encontrar un empleo, fue descubrir su verdadera vocación.
Atrás quedaba su trabajo como tornero junto a las extenuantes jornadas de pie. “Comencé a trabajar en la refinería en 1983 y devino una buena oportunidad, tanto por el salario como por las condiciones laborales”, confiesa.
La estabilidad en la empresa le permitió, además, cumplir un sueño: “recorrer toda Cuba”, afirma con satisfacción. También, trascendió fronteras, pues en 2007, participó en un curso de entrenamiento en Venezuela, donde profundizó sus conocimientos sobre la operación de la planta.
Con 41 años de experiencia a sus espaldas, Carlos conoce a fondo los desafíos de su oficio. “La labor del operador es un trabajo duro. No es solamente abrir y cerrar la válvula, hay que trabajar con seguridad y estar preparado”, explica.
“Además, no es habitual trabajar en una Refinería y menos si conoces los riesgos, pero cuando el petróleo se te introduce en la sangre, no quieres abandonar este sitio”.
Como jefe de brigada, dirige y controla las operaciones cada doce horas. “El trabajo en equipo es importante aquí, y siempre renovamos con muchachos nuevos”, asegura.
Incontables son las experiencias acumuladas a lo largo de todo este tiempo. La familia, su mayor tesoro, es la principal motivación para este cienfueguero. “Son muchas horas alejados de ellos, pero mis cuatro hijos y siete nietos son lo mejor que tengo”.
Consciente de su aporte a la economía del país, Carlos nos comenta: ” De nuestra función depende el gas para cocinar, el combustible para la corriente, más aún en estos tiempos duros y de difícil situación económica”.
A sus 63 años, este hombre asegura hoy, 1 de Julio, Día del Trabajador Petrolero que, mientras la salud se lo permita, aportará su experiencia a la Refinería de Cienfuegos.
Tener la dicha de entregarle gran parte de mi vida a este lugar es un orgullo. Cuarenta y un años se dice fácil, pero no lo es. Ha sido el resultado de muchas horas de entrega”, concluyó emocionado.
(Tomado del periodico 5 de septiembre)