Autor: Internet Publicado: 21/06/2021 | 09:31 pm
En la Unión Europea (UE) es obligatorio el etiquetado de alimentos y piensos obtenidos de plantas modificadas genéticamente si son más del 0,9 % del ingrediente, pero no para productos derivados de animales alimentados con esa variedad, revela desde Madrid la agencia Prensa Latina.
Sánz consideró inexplicable que España siga apostando por el maíz transgénico. Aragón posee 40 % de la producción del grano modificado de Europa, prohibido en la mayoría de la comunidad salvo Portugal, Rumania, República Checa y Eslovaquia.
Según el ministerio de Agricultura, en España se plantaron el año pasado 136 962 hectáreas, de las cuales 54 451 están en Aragón, 33 995 en Cataluña y 16 979 en Extremadura, mientras en el resto de Europa el total es de 10 000 hectáreas.
En Aragón esos cultivos se duplicaron desde que en 1998 la UE aprobó el maíz BT (MON810, patentado por Monsanto) considerado resistente al taladro, una plaga de los cultivos europeos, pero fue luego prohibido por la mayoría de estados de ese bloque.
La Fundación Antama, promotora de nuevas tecnologías en la agricultura, afirma que el cultivo de BT redujo las importaciones de maíz en España en más de 853 000 toneladas desde 1998, al evitar pérdidas por plagas y propiciar aumentos productivos.
La Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón, sin embargo, estima que los avances en epigenética demuestran que pese a ser resistente a plagas en un laboratorio, nadie asegura en cuales campos o países dará un igual resultado.
La pasada semana organizaciones sociales solicitaron a las autoridades españolas prohibir el cultivo, tras conocerse una encuesta realizada entre agricultores de Estados Unidos sobre el fracaso de la coexistencia de esos cultivos con los ecológicos.
Según la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, en España la ganadería es afectada por los transgénicos, pues deben asumir sobrecostos para garantizar la alimentación de sus animales, por la contaminación de piensos y cultivos.
