La producción de más de 200 toneladas de levadura de torula para nutrir cerdos, es uno de los aportes de Ciego de Ávila a la recuperación ganadera tras los daños de los huracanes Gustav, Ike y Paloma.

Trabajadores de la planta Alfredo Rafael Pérez, del giro azucarero en el municipio de Ciro Redondo, son los encargados de elaborar el necesario nutriente para el desarrollo de la especie porcina en el territorio.

Ellos rescataron la industria después de cinco años inactiva, lo que lograron mediante innovaciones, soluciones técnicas y otras iniciativas, incluida la reincorporación al centro de obreros y técnicos jubilados.

El colectivo se propone completar antes del cierre de diciembre 500 toneladas de este sustento, informó a la AIN Francisco Reyes Pérez, jefe de producción.

Refirió que el suplemento proteico es suministrado a cochiqueras del sector azucarero, en las cuales con una tonelada comen unos 100 cerdos cada día.

La principal materia prima de esta fábrica es la miel final azucarera tipo “C”, a la cual le agregan sulfato y fosfato de amonio, además de urea en menor cuantía, para regular la acidez.

En el acondicionamiento de la industria fue determinante el trabajo de los integrantes de la ANIR en los evaporadores, bombas y quemadores, mientras ahora adaptan un horno para que funcione con fuel oil y la torula pase de crema a seca al extraérsele la humedad.

Esa levadura es esencial para las ramas porcina, avícola y otras, por su elevado contenido de proteínas, vitaminas y minerales.

Con tecnología francesa, la “Alfredo Rafael Pérez” se inauguró hace más de cuatro décadas y desde los primeros años pudo funcionar gracias a las inventivas, ya que sufrió los efectos del bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos a la Isla.