Las plantaciones superaron lo previsto para el período y fueron especialmente de piña, guayaba, fruta bomba y mango, informó Yoel Enrique Álvarez Mejía, jefe de ese cultivo en la provincia. Entidades estatales y cooperativas de campesinos iniciaron desde 2008 un proyecto hasta el 2012 para alcanzar y mantener una superficie cultivable de unas 10 500 hectáreas de esas y otras especies. Entre las empresas sobresalientes está la de cítricos, por las áreas fomentadas y sus variedades de altos rendimientos y resistentes a plagas y enfermedades. Su jefe de producción, Wilber Bringas Fernández, destacó también que disponen de excelentes suelos para ese tipo de cultivo y los requerimientos técnicos necesarios, como modernos sistemas de riego de agua por goteo y manejo integrado fitosanitario. Preservar los plantíos con posibilidades productivas, sembrar nuevas áreas con nivel científico y desarrollar un movimiento popular para cubrir también los patios y parcelas ociosas, son los tres objetivos de la provincia, subrayó Benito Díaz, delegado de la Agricultura. La Universidad Máximo Gómez Báez contribuye a la creación de viveros especiales y a la propagación de posturas genéticamente mejoradas. Según datos oficiales la mayor producción frutícola cubana fue de 908 000 toneladas en el 2004, pero a partir de ahí comenzó a descender por carencia de insumos y el paso de ciclones. El mango, que no es una fruta autóctona, figura como la que más se cosecha en la Isla, y es originario del noroeste de India y el norte de Burma, en las laderas del Himalaya. (AIN)