Autor: Internet Publicado: 21/06/2021 | 09:33 pm
La ganadería cubana atraviesa por una gran sequía. Hay lugares donde las lluvias se resisten, con demasía. Pese a eso, el grupo ganadero ha continuado sus programas, intensificando la siembra de alimento animal y las condiciones para garantizar el agua a los rebaños, pasos decisivos para impedir el deterioro.
En los predios de entidades ganaderas del centro del archipiélago, la falta de precipitaciones es más acentuada. “Tenemos lugares donde apenas ha llovido, entre estos las provincias de Sancti Spíritus, Villa Clara, Ciego de Ávila, se ha incrementado la falta de humedad y los pastos prácticamente han desaparecido, lo que repercute negativamente en las empresas radicadas allí”, explicó Jorge Echemendía Astengo, jefe del departamento de producción de la División Tecnológica de Ganadería, del Grupo Empresarial Ganadero (Gegan).
El programa más importante que existe en este sector es la alimentación, estamos trabajando en la campaña de siembra -que debe concluir al cierre de julio-, buscando mejorar la situación que tenemos con la disponibilidad de alimentos, indicó el directivo.
En la campaña deben quedar sembradas 29 000 hectáreas de pastos y forrajes, y 5 000 de plantas proteicas sustitución alternativa introducida en la ganadería. “La única forma de garantizar la proteína es ir a las plantas arbóreas con altos valores proteicos y estas son la moringa, la morera y la titonia, y tenemos el compromiso de concluir su siembra antes del cierre del mes de julio”, destacó.
El porqué de las cosas
Otro de los encargos del grupo es la producción de leche, que registraba un atraso de unos 3 000 000 de litros hasta el mes de mayo. Con la vista puesta en cubrir el déficit acumulado, se estableció un programa en la campaña de primavera que persigue cerrar octubre con las cifras previstas en el plan, de manera que en noviembre y diciembre -cuando se produce generalmente una baja en el acopio-, continúen las acciones que lleven a cumplir los totales planificados para el año 2017. “Aunque hay algunas empresas que muestran atrasos, contamos con el esfuerzo de los trabajadores de la ganadería, siempre dispuestos a dar el máximo para responder a las proyecciones de este programa”, enfatizó.
El Grupo Empresarial Ganadero cuenta con unas 4 000 unidades típicas de vaquerías de cría, recría y desarrollo, además, con miles de productores individuales en las bases productivas de cooperativas, que suman más de 7 000 entidades productoras de leche a lo largo de todo el archipiélago.
El grupo produce alrededor del 50 % de la leche que se vende a la industria en el país, a lo que se suman la de los grupos Agrícola, Agroforestal, Flora y Fauna, que además de sus producciones principales también desarrollan actividad ganadera.
Para obtener la mitad de la leche con destino a su procesamiento industrial disponen del 32 % de la masa ganadera. Con la reciente creación de empresas provinciales se incorporan al Gegan las de Santiago de Cuba, Las Tunas y Cienfuegos, con lo que se incrementa sustancialmente la masa y la producción de la división ganadera.
El agua y la comida son salud
La alimentación garantiza no solo la leche que tanto demanda el país para sustituir costosas importaciones, sino también otro de los aspectos esenciales en los resultados de la ganadería, la salud de los rebaños. De acuerdo con el jefe del departamento de producción de la División Tecnológica de Ganadería del Grupo Empresarial Ganadero, en lo que va de año se han alcanzado indicadores favorables, con menos muertes de las planificadas.
A su juicio, “esto ha sido posible por los resultados de la campaña de alimentación, con su programa de cuatro etapas, y los análisis para el enfrentamiento a la sequía, para lo cual se ha contado con la contribución de varios organismos”.
“Los niveles de mortalidad no se elevaron como hubiese sucedido en otro momento, de no haberse organizado la campaña como se concibió en esta ocasión para enfrentar la escasez de agua”, consideró.
La falta de este vital recurso en la ganadería no es un decir. “En la campaña teníamos previsto suministrarle agua mediante cisternas a unos 204 000 animales, pero la cifra incrementó a 287 000, más de 73 000 por encima de la etapa previa”, especificó Jorge Echemendía, quien agregó que en la temporada se instalaron más de 1 000 bombas fotovoltaicas que permitieron extraer agua, por mucho que esta se escondiera bajo tierra y paliar la gravedad de la situación.
Según Echemendía, con la cantidad de pozos, tranques y presas que se han secado, si no se hubieran adoptado acciones preventivas y trabajado mucho para garantizar que los animales dispusieran, ya no de toda el agua suficiente sino de la imprescindible para la vida, en medio de los problemas existentes para llevarles el líquido mediante pipas, el panorama hubiera sido muy diferente.
“Una vaca consume más de 120 litros al día, y si nos toca llevarles agua a cerca de 300 000 reses, son millones de litros los que debemos transportar diarios, en carretas, camiones o cualquier otro medio de transporte que permita hacerlo”.
Crecer y multiplicarse
Aun cuando el año ha sido muy difícil, dice el directivo, los resultados reproductivos de la campaña mejoran los de la etapa precedente, para lo cual se trabajó intensamente en la capacitación.
Entre las acciones de este perfil se incluyó un curso para todos los técnicos alimentadores de la ganadería con el objetivo de formarlos de cara a la preparación de la temporada 2017-2018 y durante el cual tuvieron la oportunidad de visitar una vaquería destacada a nivel de país en garantizar la alimentación de sus animales, “el tema básico del sector” y del cual depende todo lo demás.
En acción
La ganadería cubana ha pasado por diferentes etapas. Durante un tiempo, recuerda Jorge Echemendía, se importaba mucho pienso y había una explotación intensiva de la ganadería. “Después del inicio de la crisis económica en los años 90 del pasado siglo -conocido como período especial-, eso se fue perdiendo junto con la maquinaria, por deterioro, y no pudimos seguir trabajando con la preservación de alimentos para la seca con el excedente de la primavera, la alternativa básica que deben explotar los países ubicados en el trópico”.
“Nosotros debíamos hacer silos para conservar el alimento que sobra, pero eso lleva una tecnología de la que hoy carecemos. Estamos trabajando en un programa de desarrollo con el objetivo de rescatar la técnica que requiere la parte agrícola para garantizar mejorar la siembra, enfrentar el marabú y mediante buldócer eliminar esta planta invasora, flagelo para nosotros debido a que compite con la alimentación de los rebaños, y poder aplicar la tecnología de silo y heno para la etapa seca”, dice.
El grupo trabaja también en el acuartonamiento y la utilización de alternativas que dan los adelantos técnicos y la naturaleza: las cercas eléctricas abastecidas con paneles solares y energía convencional, lo que nos permite con menos costos poder manejar los pastos. “La ganadería de Cuba debe tener su máxima disponibilidad de alimentos a partir del pasto, y luego, en el período seco, contar con forrajes, porque como no llueve y no empleamos ni regadío ni fertilización, crece menos. La hierba debemos rotarla y protegerla para garantizar una parte del alimento en la etapa seca y en eso estamos enfrascados”.
También en 2017 desarrollan acciones para terminar las reparaciones en las instalaciones típicas de acuartonamiento, con eso se continúa mejorando la situación de la alimentación, introduciendo nuevas especies de pastos de mayor calidad y seguir extendiendo las plantas proteicas.