La transformación digital en Cuba se piensa desde lo local, de modo contribuya a diseñar sistemas productivos robustos a ese nivel para que genere beneficios y más calidad de vida. Autor: Internet Publicado: 09/03/2022 | 03:05 pm
Definida como la tercera etapa en la sociedad del conocimiento, el concepto de transformación digital implica un cambio cultural en los modelos de negocios y en las esencias de las organizaciones; trae modificaciones que rompen, de cierta forma, algunos paradigmas en los modos de organización de los gobiernos y las empresas.
Así lo explicó Aylin Febles Estrada, presidenta de la Unión de Informáticos de Cuba (UIC), quien además precisó que “se basa en datos, tiene como centro al cliente y las personas, y se trata además de un cambio que está apalancado en las tecnologías y plataformas informáticas, además implica constante innovación por lo que se precisa hacer una adopción ágil de las tecnologías”.
La transformación digital –agregó- significa un salto en cuanto a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, así como un aporte al desarrollo socioeconómico del país.
Por su parte, la vicetitular del Ministerio de las Comunicaciones (Mincom), Grisel Reyes León, contextualizó en qué condiciones apareció este proceso en el mundo. Para Cuba –remarcó- tiene que impactar favorablemente en el crecimiento económico, generar riquezas para el bienestar de los cubanos a partir de que sean capaces de crear bienes que puedan traducirse en hechos económicos.
También debe incentivar ambientes de creatividad que estimulen la generación de contenidos alejados del modelo banal y colonizador que hoy predomina en Internet; debemos también adaptarlo a nuestro modelo económico y social, indicó la Viceministra.
Amplia capacitación académica, empresas de software con vasta experiencia y notable representación territorial, más de 600 sedes de los Joven Club de Computación y Electrónica, así como el desarrollo de las infraestructuras de conectividad (si bien no se han alcanzado los niveles ideales) resultan algunas de las fortalezas con las que nuestro país llega al escenario de la transformación digital, que más que de una moda, se trata de una necesidad, agregó.
A partir de estas potencialidades, se requiere la participación consciente y activa de todos los ciudadanos, de modo que nos relacionemos de nuevas maneras con las tecnologías para ponerlas en función del desarrollo humano equitativo e inclusivo.
¿Exclusivamente tecnologías?
Detalló asimismo Ailyn Febles Estrada que la transformación digital se sustenta en tres componentes fundamentales: los tecnológicos (inteligencia artificial y cómo emplearla en función de perfeccionar la toma de decisiones por parte de los gobiernos; el llamado Internet de las cosas), los cambios en los modelos de negocio, a partir de identificar las necesidades y experiencias del cliente; y las personas, por lo que resulta fundamental desarrollar en ellas las habilidades digitales que les permitan adaptarse al nuevo entorno y trabajar, aprender y colaborar en ese.
“Hay que llevar la ética y los valores al ámbito de la transformación digital”, remarcó. En los niños, por ejemplo, hay que estimular y fomentar el pensamiento crítico y la creatividad.
Mientras, en los profesionales que asumirán llevar adelante la transformación digital y concretar las plataformas que garanticen soberanía tecnológica y ciberseguridad a la nación igualmente hay que afianzar saberes y habilidades.
Pasos cubanos en la transformación digital
En palabras de la Viceministra del Mincom, a partir de la política seguida en la nación caribeña para avanzar en la informatización del país todos los sectores de la sociedad y la economía han ido dando pasos en la adopción de las tecnologías digitales.
Sobresalen por su impacto y sistematicidad –reconoció- sectores como el de la salud (más de 100 instituciones ya han implementado sistemas para gestionar de forma digital las historias clínicas de los pacientes), la educación (desarrollo de plataformas para la enseñanza a distancia), el turismo (Cubatravel), así como la industria petrolera (sistemas de automatización en tiempo real).
Subrayó además la importancia de contar actualmente con dos parques científico-tecnológicos donde se están gestando proyectos de innovación como el de Varadero, ciudad inteligente. También existe un programa nacional de ciencia, tecnología e innovación como parte del cual hay 20 proyectos que tributan a soluciones y tienen un alcance transversal; a estos se suman otros tres que están encaminados al desarrollo de la banda ancha, la ciberseguridad e impulsar la industria y la informatización.
De este modo –indicó Reyes León- la innovación y la ciencia sean la fuente fundamental para generar nuevos servicios y productos que puedan incorporarse al proceso de transformación digital.
Desde la UIC
Para Ailyn Febles Estrada, la presidenta de la UIC, esta organización es clave en el impulso a la transformación digital. Han insertado dos proyectos en el programa nacional de ciencia y tecnología que son habilitadores de estos procesos.
Uno es de interoperabilidad –puntualizó-, lo cual resulta imprescindible y básico para que todos los proyectos se articulen; el otro tiene se relaciona con convertir a La Habana Vieja en una ciudad inteligente.
A esto se añade Laboratorios de innovación ciudadana para la transformación digital en el sector de la cultura, cofinanciado por la Unión Europea y extendido en cinco provincias del país: Las Tunas, Mayabeque, Pinar del Río, Cienfuegos y Camagüey.
Esos laboratorios ya están habilitados y brindando sus primeros resultados; desde los mismos se generan retos de innovación a partir de los criterios y necesidades del ciudadano.
La UIC –destacó- también está enfocada y materializando acciones de capacitación para los especialistas y profesionales, así como para los ciudadanos comunes.