A Vueltabajo, a criterio de Osvaldo Santana Vera, coordinador del grupo Tabacuba en la provincia, le urge recobrar las más de 16 000 hectáreas que sembraba en campañas precedentes. Autor: Telepinar Publicado: 13/10/2022 | 12:06 pm
Asumir las producciones en pos del restablecimiento económico de Vueltabajo constituye premisa esencial en estas jornadas de recuperación ante los perjuicios del huracán Ian.
El fondo habitacional, el servicio eléctrico, las comunicaciones y la agricultura, con énfasis en el sector tabacalero, prosiguen como los más devastados. Cada día, las cifras apuntan a un infinito, en específico en la vivienda, mientras otras mejoran para muchos habitantes tras intensas horas de quehaceres, esfuerzos y alternativas y el apoyo de centenares de trabajadores y especialista, procedentes de las distintas provincias del país.
La inminencia de la campaña tabacalera 2022-2023 centra las atenciones por ser Pinar del Rio la provincia mayor productora de la solanácea en el país al aportar más del 70 % de la producción nacional.
Aquí prima el intercambio, hombre a hombre, con los cosecheros, con quienes se evalúan los perjuicios familiares y tabacaleros, a fin de encontrar las soluciones en correspondencia con las particularidades de cada quien y al reportarse daños en la totalidad de los territorios, aunque mayoritariamente en Consolación del Sur, San Luis, San Juan y Martínez y Pinar del Rio, pertenecientes al llamado macizo tabacalero.
El oreo y la clasificación son quehaceres primordiales en escogidas y despalillos, a fin de minimizar las pérdidas en las casi 10 000 toneladas que se mojaron, pese a las medidas de protección aplicadas, así como continúa el traslado de entre 15 000 y 17 000 toneladas a otros territorios, con vistas a su almacenamiento y procesamiento, decisión que libera capacidades para asumir quehaceres de reparación al afectarse alrededor del 90 % de la infraestructura total de la solanácea.
Otra prioridad impostergable es la riega de semilleros para iniciar siembras cuanto antes. Jose Livan Font Bravo, vicepresidente primero del Grupo Tabacuba aseveró que esta labor se asume tanto en semilleros tradicionales como tecnificados para garantizar las cimientes a plantar en unas 5 000 hectáreas aunque, al cierre de esta información, se precisaban detalles con cosecheros y empresas.
Hasta el momento, se han regado más de 3 000 canteros y se habían rescatado casi una veintena de los túneles afectados y, entre las prioridades, el tabaco tapado, vega fina, burley y virginia.
El directivo puntualizó, además, que ante las afectaciones de las diversas instalaciones se trabajara en dos etapas tanto por disponibilidad de brigadas como por el monto de madera demandada. En tal sentido, se asumen los convenios con las empresas forestales, se recicla todo lo útil y se ejecutan estrategias para garantizar techo, puntillas y otros recursos materiales necesarios en las casi 6 000 edificaciones previstas para la primera etapa, con el objetivo de garantizar el almacenamiento de la hoja de la presente contienda.
La intencionalidad, también, del país es crecer en hectáreas de tabaco donde sea posible y acometer las planificadas, cuya cifra oscila las 15 000 hectáreas, y asumir otras plantaciones para la producción de alimentos tanto de maíz, frijoles, plátanos, hortalizas y otros cultivos.
Trascendió, asimismo, que de las casas de cura de la solanácea derrumbadas , alrededor de 4 800 estaban aseguradas, cuyo valor asciende a 136 millones de pesos. De ellas, se han pagado 44 500 000 pesos a lo que contribuyó la agilización de estos trámites de tasación, precisó Joaquín Remedios García, coordinador de la Organización Superior de la Dirección Empresarial (OSDE_CAUDAL), en Vueltabajo, y cuyo pago total se asumirá en los próximos días al contarse con la liquidez requerida.
Informó acerca de otras medidas en ejecución para asegurar la presente campaña tabacalera y otros cultivos, las cuales incluyen importantes bonificaciones, entre un cinco y 10 %, del total de las primas a pagar. Específicamente, en las casas de cura se redujo a un tres por ciento cuando antes oscilaba el siete por ciento, decisión que favorece las erogaciones de los productores.
A la par de estor perjuicios, el seguro cubrirá las pérdidas en otros cultivos como arroz, plátano, tubérculos, por citar algunos y, fundamentalmente, del tabaco procesado y almacenado en las edificaciones derribadas, cuyas pérdidas totales, por valor asegurado, se estiman en alrededor de 800 millones de pesos, precisa Remedios García, y que el seguro pinareño pagara a sus clientes empresariales y privados del sector agropecuario.
A criterio del directivo, este constituye uno de los pagos más elevados del seguro como consecuencia de un meteoro de los últimos tiempos, y destaca el quehacer conjunto de esta entidad, el banco, el Grupo Tabacuba e Intermar, al primar la prontitud, la profesionalidad y organización de quienes intervienen en la tarea.
Las pérdidas aseguradas, finalizó, ratifican la importancia de adquirir una mayor cultura y responsabilidad por parte de las entidades para asegurar sus bienes contra contingencias imprevistas como sucedió con este intenso huracán.
La recuperación del sector tabacalero demanda de tiempo y eficiencia en cada uno de los propósitos en desarrollo, pero la disposición es acometer el máximo de los esfuerzos para protagonizar una buena campaña, donde será clave la entrega, experiencia y cultura de los cosecheros pinareños.
Como muchas veces anteriores, harán reverdecer las vegas, expandirán su aroma y, como de costumbre, serán los principales contribuyentes de la materia prima en la confección de los afamados habanos muy demandados en el mercado internacional.