El suelo fértil es finito por lo que tiene un valor incalculable y, luego de sufrir por la erosión o ser degradado, demoran dos milenios en recuperarse apenas unos 10 centímetros de esa superficie dañada Autor: Internet Publicado: 21/06/2021 | 09:29 pm
Entre los sistemas y recursos más valiosos del medio ambiente, los suelos juegan un papel fundamental por cimentar prácticamente el 90 % de la dieta humana y de los bienes que necesita para su desarrollo. Por tal razón, un adecuado manejo de estos componentes es indispensable si se quiere pensar en un futuro de sostenibilidad para el hombre y todo el planeta. Considerando estos elementos se desarrolló en Cuba el Congreso internacional de suelos, una mirada incisiva a la realidad que se vive hoy en el entorno global.
De acuerdo con los especialistas, los suelos albergan una cuarta parte de la biodiversidad de nuestro planeta a la vez de ser uno de sus ecosistemas más completos. Base esencial de la alimentación, persiste como una preocupación que "el hambre sigue siendo un reto diario para casi 795 millones de personas en el mundo entero, de los cuales 780 millones viven en países en desarrollo. Por lo tanto, la erradicación del hambre debe seguir siendo un compromiso clave de los responsables en la toma de decisiones a todos los niveles", según subrayó José Graziano da Silva, director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO.
Sin embargo, en este contexto es alarmante que 33 % de la superficie mundial esté de moderada a altamente degradada debido a erosión, salinización, compactación, acidificación, contaminación química y agotamiento de nutrientes, situación que obstaculiza el natural funcionamiento de dichos sistemas y con ello la producción de recursos, especialmente en África y los países subdesarrollados.
Es justamente por esta razón que el manejo sostenible de suelos resulta una necesidad imperiosa, a partir de aumentar el contenido de materia orgánica, mantener la superficie cubierta con vegetación, utilizar sabiamente los nutrientes, promover la rotación de cultivos y reducir la erosión.
Los expertos aprovecharon el evento para realizar un diagnóstico general de la situación actual y abundar en cuanto a las acciones para tan necesario manejo sinérgico. Entre sus principales proyecciones se encuentra la creación de alianzas de colaboración internacional; la promoción de una ley de suelos, con políticas y reglamentos específicos; la gestión de un financiamiento, además de la conceptualización de la unidad cuenca y sus actores.
Por otro lado, labores de promoción, educación, extensión, investigación, capacitación y generación de datos se imponen entre las avanzadas colaterales que deben acompañar a toda la gestión de implementación, incluyendo el fortalecimiento de la propagación en la conservación de suelos, estudios científicos más especializados, estímulos al productor, actualización de datos, entre otros.
Para el investigador de reconocida trayectoria internacional Pedro Sánchez, las principales opciones para lograr la autosuficiencia, sobre todo en la región del Caribe y las Américas y en África, se basan en poner en producción las tierras ociosas, que anteriormente fueron agrícolas, sobre todo en la estación de lluvias; concentrarse en los productos que se importan más (o los de mayor costo) como arroz, frijoles, leche, carne de res y aves. Igualmente, propone que para aumentar la producción pecuaria se debe producir soya y maíz para monogástricos y ganado productor de leche, así como pastos mejorados para animales que aporten carne y leche, y enfatiza que una agricultura de conservación como la que se necesita requiere, además, mantener por lo menos 30 % de residuos de cosecha, un control químico de malezas y la rotación de cultivos.
Sustento para el futuro
Al mencionar todas estas estrategias se trata de promover alternativas que en conjunto reviertan el contexto actual de los suelos ante la preocupación de un panorama que en un futuro puede ser irreversible. Al respecto, Opciones conversó con el ingeniero agrónomo y máster en el tema Gonzalo Farias, presidente de la Sociedad Brasileira de Ciencia de Suelos, acerca de su visión sobre cuánto los especialistas cubanos pueden aportar a una mejor circunstancia de las superficies del orbe, experiencias internas con probados resultados, así como su perspectiva sobre la situación internacional.
"Con respecto a la realización de este congreso estoy muy satisfecho porque se trató de un evento muy bien organizado, que también mostró los avances y esfuerzos desarrollados por Cuba para superar los problemas del período especial y que ahora consiguen tener un contexto de recuperación muy interesante en lo relativo a los recursos naturales.
“El esfuerzo colectivo del Gobierno y la población cubanas es muy positivo en la protección del recurso suelo", aseveró.
-¿Cuáles son sus expectativas al participar en un encuentro como este desde su posición internacional?
-Entender lo que están implementando o evaluando los miembros de la sociedad cubana de ciencias del suelo, que es nuestra hermana en términos de sociedad científica. En general, saber cuál es el esfuerzo que sus especialistas están haciendo junto al Gobierno y el resto de los implicados en la cuestión del manejo sustentable de los suelos.
"En nuestro caso, ya hay una cooperación entre Brasil y Cuba hace mucho tiempo. Esta también existe porque somos parte, junto a otros países, de una alianza mundial de suelos, coordinada por la Organización de Agricultura y Alimentación de las Naciones Unidas, que trabaja en un movimiento mundial en dirección a la sustentabilidad".
-A partir de esa experiencia, ¿cuáles serían sus principales temores y urgencias con respecto a la situación del mundo hoy?
-El problema que el planeta sufre hoy es la presión poblacional, ya que tendremos nueve billones de habitantes en el año 2050, o sea, de aquí a solo 35 años. Así, la sobrecarga poblacional demandando más alimentos, más fibra y bioenergía es una fuerza que puede hacer que los suelos sufran mayores procesos de degradación en función de esa acción cada vez mayor de la sociedad, por tanto estamos llamados a organizarnos mejor.
"La presión para la producción de alimentos puede llevar a un uso casi indiscriminado de suelos frágiles, con problemas e intervenciones en regiones que deberían estar en proceso de conservación permanente como la Amazonía, por ejemplo. Valga decir que lo importante no es la falta de tierras para la producción, sino su mala distribución para la creación de alimentos, fibra y energía. Es un problema geopolítico, a veces más complicado para resolverse a corto plazo. Si los gobiernos como un todo, en países grandes como Brasil o regiones de África, consiguen equilibrar de forma más racional la distribución de tierras y la producción de alimentos, verdaderamente se habrá dado un paso para la solución".