Rabia y frustraciones se combinan entre las élites dirigentes de Occidente al conocer un reciente informe del Banco Mundial (BM) el cual revela que los ingresos de Rusia crecieron más que el de las naciones que sancionaron a Moscú.
Durante 2023 la economía de la nación euroasiática registró un crecimiento de 3,6 % del Producto Interno Bruto (PIB) y del 10,9 % nominal por lo que el BM anunció a principios de julio que cambió la categoría del país, de Renta Media Alta a Renta Alta.
Lo que menos podían imaginar Estados Unidos y sus aliados occidentales era que después de haberle impuesto a Rusia una guerra híbrida con más de 20 000 medidas coercitivas, cuya finalidad consistía en destruir la economía y el gobierno, Moscú lejos de fenecer se ha levantado como un gigante.
Desde que el Kremlin lanzó el 24 de febrero de 2022 la operación militar especial para desmilitarizar y desnazificar a Ucrania, Occidente le ha impuesto innumerables “sanciones” y entregado decenas de miles de millones de dólares en equipos y armamentos a Kiev para que mantenga una guerra de desgaste contra Moscú.
Pero esto no ha sido impedimento para que la República Rusa, mostrando su enorme capacidad de adaptación, creciera impulsada por la recuperación del comercio, 6,8%; el sector financiero, 8,7 %; la construcción, 6,6 %; así como el rubro militar.
El Banco Mundial intuyó que en vez de estrangular la economía, ha ocurrido todo lo contrario, pues los ingresos de Moscú aumentaron más que el de las naciones que le colocaron las extorsiones.
Por eso, resulta muy interesante cómo se eleva el poder económico ruso mientras la Unión Europea y otras naciones del viejo continente se han estancado, fundamentalmente por no comprar a precios mucho más barato los necesarios hidrocarburos (Estados Unidos se los proporciona a mayor costo) y también porque perdieron un extenso e importante mercado en el mismo continente.
El BM explica que Rusia se mantenía en la clasificación de ingreso medio alto desde 2015, año en que descendió desde el nivel de ingreso alto, que mantuvo de 2011 y a 2014. Y agrega que ahora Moscú subió la clasificación por el Ingreso Nacional Bruto (INB) según el método Atlas, el cual creció de 12 810 dólares a 14 250 dólares en 2023, un aumento del 11,2 %. Este año solo tres países (Rusia, Palau y Bulgaria), pasaron a la categoría de Renta Alta.
Como dice el viejo refrán, el tiro les salió por la culata, pues al incrementar la guerra híbrida contra Moscú, Occidente se autoeliminó de la lista de los principales socios del gigante euroasiático, lo que ha motivado bajas en la economía de sus países.
En 2023, el intercambio comercial de Rusia con el resto del planeta alcanzó 719 100 millones de dólares y los cinco principales socios fueron naciones en vías de desarrollo: China, India, Türkiye, Bielorrusia y Kazajistán.
Datos del Servicio Federal de Aduanas ruso informó que China esta en primer lugar de su comercio con 240 100 millones de dólares. La India segundo lugar, con 64 900 millones de dólares, tras casi duplicar su intercambio en 2023 y se espera que alcance los 100 000 millones antes de 2030. Turkiye alcanza los 56 500 millones de dólares; mientras que el comercio de Bielorrusia se cifra en 55 000 millones, y Kazajistán completa los cinco primeros puestos con 26 000 millones.
Le siguen Corea del Sur, 15 100 millones; Alemania, 12 200 millones; Emiratos Árabes Unidos, 12 100 millones; Brasil 11 300 millones; Países Bajos 9 900 millones y otros de Asia, África y América Latina.
La publicación española El Economista expresó en un comentario que la economía de Rusia sigue creciendo con gran intensidad, pues los últimos datos sugieren que avanzó a buen ritmo en mayo, impulsada por la industria. El crecimiento de la producción industrial pasó del 3,9 % en abril al 5,3 % en mayo.
La minería se contrajo un 0,3 % interanual, mientras que en el sector manufacturero se aceleró al 9,1 % interanual. El ajuste estacional de Rosstat, la agencia estadística rusa, mostró un aumento del 2 % intermensual en el conjunto de la industria, la cifra más alta en más de dos años, indicó la publicación.
No cabe la menor duda que la economía de Rusia está resistiendo a pesar de los asedios de Occidente, a lo que se une tasa de paro en mínimos, unos salarios que crecen con fuerza y un consumo que repunta.
El gigante euroasiático está demostrando el por qué es una potencia económica y militar con la que hay que contar.