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Arquitectura vernácula y tradición musical campesina

En el pequeño poblado, fundado en el último cuarto del siglo XIX, se preserva un ambiente bucólico dado por construcciones nada grandilocuentes y la frecuente homogeneidad del conjunto habitacional


Viernes 12 de Abril de 2013 | 12:00:00 AM 

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Uno de los principales aspectos que validan el otorgamiento a Viñales del título Paisaje Cultural de la Humanidad figura en lo singular y, a la vez, universal de su identidad local.

Más allá de sus incuestionables bienes naturales, y de una armonía entre la acción antrópica y la naturaleza, Viñales se distingue por preservar métodos tradicionales de agricultura así como su arquitectura, artesanías y música.

De esta manera en la zona se tenía en cuenta,  por primera vez para el otorgamiento de la distinción por la UNESCO en 1999, una visión integral de patrimonio capaz de hacer converger hombre, legado cultural y naturaleza en un paradisíaco espacio geográfico. 

Según Nidia Cabrera Huerta, directora de la Oficina técnica de monumentos del Centro Provincial de Patrimonio Cultural, en cuanto a los preceptos de identidad local y valores socioculturales, Viñales aún preserva las técnicas tradicionales de cultivo y preparación del tabaco, las herramientas, artefactos, y hasta las construcciones nativas relacionadas con este cultivo, que convierten al paisaje en uno de los más representativos de la cultura de la solanácea en el Caribe y América Latina.  

Una inigualable imagen agraria y cultural se ofrece desde sus entornos naturales, y también desde su conjunto arquitectónico.

En este sentido, Cabrera Huerta recalca algunos elementos de costumbre raigal como los bohíos campesinos; los techos de guano -hojas secas de la palma real- con grandes pendientes en casas dedicadas al secado y curado del tabaco, así como la presencia de terrenos surcados para la siembra de la aromática planta y de malanga, yuca y boniato, como productos habituales en la cultura culinaria de la zona. 

En el pequeño poblado, fundado en el último cuarto del siglo XIX, se preserva un ambiente bucólico dado por construcciones nada grandilocuentes y la frecuente homogeneidad del conjunto habitacional.

Estructurado en el usual esquema de retícula, privilegia un espacio principal para la plaza o parque, donde se coronan parte de las edificaciones más importantes del lugar como la iglesia, recientemente restaurada en su totalidad.

Las construcciones, imagen de la arquitectura popular, presentan columnas redondas terminadas en sencillos capiteles dóricos y en muchos casos sin basamento. Se percibe también la presencia de portales corridos a lo largo de las dos vías que conforman el área del poblado y el uso de la cubierta inclinada de tejas criollas.

A esta riqueza arquitectónica se suman otros valores culturales como el cultivo de la décima, excepcional patrimonio campesino, con la existencia de personajes populares como Benito el Viñalero.

Es entonces, Viñales, un espacio donde se conjugan singularidad del paisaje, riqueza natural y bienes socioculturales que lo convierten en un entorno sui géneris del país. (Mayra García Cardentey)

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