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Tabaquero recordista próximo a lograr nueva hazaña

Se trata del afamado torcedor José Castelar Cairo (Cueto), quien ya entra en la faena más compleja para vestir en estos días con las tradicionales hojas de capa su mayor megatabaco

 


Lunes 08 de Agosto de 2016 | 12:00:00 AM 

Autor

Amado de la Rosa Labrada

El afamado torcedor de habanos José Castelar Cairo (Cueto), autor del tabaco más largo del orbe, de 81,80 metros, quien intenta desde el pasado dos de agosto otra hazaña, tras enrollar casi cien metros de hojas de la tripa o corazón del megatabaco y resguardarlo con la hoja del capote, ahora retorna al inicio de su vitola gigante para comenzar a vestirla con la hoja de capa que puntualiza su terminación.

Se trata según expertos, de la faena más compleja y exigente de tan laboriosa aventura, dada la dimensión de este megapuro, de unos cuatro centímetros de diámetro, hecho con todos los atributos de un autentico habano que podría degustarse si se cortara en los tamaños apropiados de las más afamadas vitolas cubanas.

Trabajador de la tienda La Triada, de la Empresa Comercial Caracol, Cueto ha logrado marcas mundiales, primero con un tabaco de 11,04 metros de longitud que hizo en el año 2001; el segundo de 14,80 (en 2003); el tercero de 20,41 (2005), el cuarto de 45,38 (2009) y el aun vigente de 81,80 metros, todos certificados por el Guinness World Records, publicación cuya tirada anual circula por todas las naciones del planeta.

El multirecordista emprendió esta nueva aventura el pasado martes dos de agosto, en la zona norte de la otrora fortaleza colonial de San Carlos de la Cabaña, donde en jornadas de unas ocho horas diarias va modelando su tabaco, que asemeja un sorprendente reptil que se agiganta por días, sobre una mesa especial preparada para la ocasión, extendida a través de los túneles de comunicación de 13 pabellones que integran esa área del referido enclave.

Allí, a la vista incluso de turistas nacionales y extranjeros, que enterados de esta iniciativa acuden al lugar, Cueto -con 72 años de edad, de ellos 58 en el oficio de torcedor-, va mezclando y modelando con maestría el corazón de su autentico habano, en labor esforzada a pesar del fuerte calor reinante y de afrontar por momentos dolor e inflación en sus manos dada la fuerte y continuada faena de estos días.

Por suerte, junto al multirecordista Guinness cubano está presente nuevamente la doctora Noemí Serviá, fisioterapeuta de diez campeones olímpicos cubanos, quien de manera espontanea le brinda valiosa ayuda profesional en tales empeños. “Cueto es un guerrero”, afirmó la especialista mientras le realizaba acciones de relajación muscular tras aparecer algunas contratucturas en su antebrazo y dedos de la mano derecha.

“Se trata, explicó,  de una profilaxis similar a la que hago con los lanzadores de disco de la pirámide de alto rendimiento en el atletismo cubano, entre otros deportistas de nuestras selecciones nacionales”.

La médica especialista del Instituto de Medicina del Deporte estima
que el reconocido torcedor de la Triada, es un campeón olímpico,
debido al esfuerzo que realiza en la confección de sus megatabacos, cuando enrolla por días más de 15 metros de selectas hojas de tabaco.

Otras muchas personas, entre ellos colegas de la Empresa Caracol, amigos y familiares, van a animar y hasta auxilian al también Premio Habano del Ano en la rotación del larguísimo puro mientras él tuerce las aromáticas hojas de su tabacón, trofeo que se atesorara, junto a los demás records de Cueto, en estuches especiales, en la tienda La Triada, situada a las puertas de La Cabaña.

Siempre con su peculiar sonrisa a flor de labios y constantes chistes, este tabaquero nacido en Rancho Veloz, Villa Clara, no se cansa de repetir a periodistas de medios nacionales y extranjeros que lo entrevistan por estos días: “estos records me hacen muy feliz porque si Cuba es reconocido como productor del mejor habano del mundo, también tiene que tener el tabaco mas grande”.

Castelar Cairo espera concluir este megatabaco en los próximos días, para proponerlo a la consideración de la afamada publicación londinense de Guinness World Records, con la colaboración de representantes de la Embajada Británica en La Habana que verifican in situ su ejecución y longitud.

Al respecto, se confecciona un expediente con los datos generales, en este caso de Cueto, al que añaden fotos, vídeos y detalles particulares de sus acciones excepcionales, así como el testimonio de otras personalidades del país.

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