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07 de Febrero  2025 

Cruzada de frío

En la campaña de frío -que se extiende desde septiembre hasta febrero-, se previó sembrar unas 378,623 hectáreas, unas 58 000 más que en la etapa precedente, para un 18 % de incremento, que no compensará la baja en los rendimientos


Miércoles 09 de Diciembre de 2020 | 01:00:00 AM 

Autor

Raquel Sierra

Entre afectaciones climatológicas, con lluvias abundantes y prolongadas en el tiempo, y limitaciones financieras, la capacidad de reacción y reacomodo de la agricultura cubana ha sido puesta a prueba una vez más, justo en la campaña de frío, que garantiza entre el 60 % y el 70 % de la alimentación del próximo año.

Según explicó a la prensa Miguel Rosales Román, director general de agricultura en el Ministerio del ramo, esta es la mejor época de siembra, por las condiciones del clima y temperaturas más bajas, favorables para el desarrollo vegetativo de los cultivos, fundamentalmente, las hortalizas. “En la campaña de frío se asegura cerca del 60 % y el 70 % de los niveles de producción del próximo año, de ahí la importancia que reviste la campaña”.

En la actual temporada agrícola -que se extiende de septiembre a febrero-, se previó sembrar unas 378,623 hectáreas, unas 58 224 más que en la etapa precedente, para un 18 % de incremento. Sin embargo, ese crecimiento en áreas productivas no compensará la baja en los rendimientos, motivada principalmente por las intensas precipitaciones ocurridas en la etapa.

Al cierre de noviembre del 2020, indicó Rosales,  debían sembrarse 217 581 hectáreas y se han sembrado 184 345 hectáreas, lo que representan 33 236 hectáreas por debajo de lo planificado, debido, fundamentalmente, a atrasos en las labores de preparación de tierras y siembras, motivado por las lluvias inicialmente y luego el paso de la tormenta tropical Eta.

“La suma de las  afectaciones a la agricultura en cultivos varios, arroz y tabaco, fundamentalmente, alcanzaron unas 24 000 hectáreas, de esas 12 000 solo en los cultivos varios”, destacó Rosales.

Según abundó, las siembras se iniciaron en el mes de septiembre y constantemente hubo lluvias y luego, la llegada de Eta, lo que ha incidido en el ciclo. Se debía entrar a la campaña con un nivel importante de tierras en movimiento para poder sembrar, proceso que se atrasó debido a las precipitaciones.

Todo eso, explicó, obliga a reprogramar una campaña que dura seis meses, desde septiembre hasta finales de febrero, a prácticamente tres meses. “Tenemos que hacer un esfuerzo tremendo en lo que resta hasta el mes de febrero, intensificar la preparación de tierras y los niveles de siembra, para lograr la cifra prevista en la campaña”, precisó.

A su vez, destacó que algunos cultivos se plantarán fuera de la época óptima de siembra -generalmente noviembre y diciembre-, y habría que sembrarlos en enero.  Como ejemplo, dijo, en el  cultivo del frijol, la época óptima es concluir en diciembre, sin embargo, habrá que extender  la siembra hasta el 20 de enero, por lo que se afectarán los rendimientos, impactados además por la presencia nuevamente del trip de la flor del frijol.

Cultivos varios

Si todos los alimentos son importantes, algunos tienen un gran peso en la dieta de la población y las contribuciones a la industria.

De acuerdo con el Director de Agricultura, para la campaña se planificaron sembrar 5 010 hectáreas, 2 740 hectáreas menos que la campaña anterior. Hasta la fecha,con semillas multiplicadas nacionalmente, se han sembrado 500 hectáreas de las 1 600 hectáreas previstas con esas  simientes, toda vez que las lluvias han limitado la preparación de las tierras. Los mayores volúmenes de siembra se realizan en este mes de diciembre, para lo cual se encuentra en Cuba toda la semilla importada.

“La papa, para la cual el país asegura el paquete tecnológico, es un cultivo de ciclo corto que podríamos empezar a cosechar a finales de febrero para la distribución a la población, el turismo y para su conservación en frigoríficos”, destacó.

Otro de los productos del agro con alto impacto es el tomate. De acuerdo con Rosales, se planificaron sembrar hasta la fecha 20 561 hectáreas y se han sembrado 12 343, para el 60 % de cumplimiento. Por otro lado, parte de las áreas sembradas sufrieron daños debido a las lluvias y la tormenta tropical Eta, con las mayores afectaciones en las provincias Pinar del Río, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila y Granma.  Ante los perjuicios y la caída de las primeras floraciones y previsible reducción de los rendimientos agrícolas, se están sembrando nuevas áreas y se continúa el tiro de semillas para dar continuidad a las siembras en lo que resta de campaña. “Vamos a tener que seguir sembrando en enero y tal vez en febrero, porque tenemos compromisos con la industria y con la población, por tanto, estamos tirando semilleros de nuevo para alcanzar los niveles de siembra proyectados, aun fuera de la época idónea”, insistió.

Según informó el Director de Agricultura, hasta el 30 de noviembre de las 49 000 hectáreas previstas de frijol, se habían sembrado unas 32 000, el 66 %, a la vez que de esas, se reportaron afectaciones en unas 3 500 hectáreas, que hubo que demoler y seguir sembrando.

En el país se programó sembrar, desde el 20 de noviembre hasta el 20 de enero, 24 000  hectáreas de frijol para su entrega al Ministerio del Comercio Interior (Mincin) de unas 25 000 toneladas que recibirán la protección fitosanitaria requerida con plaguicidas y fertilizantes y para lo cual el Ministerio de Economía y Planificación asignó el financiamiento necesario para el proceso de importación.

Rosales recordó que el pasado año este cultivo sufrió el golpe de una plaga del trip de la flor del frijol que ocasionó considerable estragos y que está presente nuevamente en los campos. Para combatirlo, se importó un producto con características muy específicas a la hora de ser aplicado. Por eso, dijo, especialistas recorren las provincias productoras para capacitar en su  empleo.

En Cuba, destacó Rosales, se trabaja igualmente en los programas de alimentos básicos como el plátano y la yuca, con el objetivo de llegar a 13,42 hectáreas por cada 1 000, lo que representa llegar a unas 15 0000 hectáreas de cada uno de estos cultivos.

La meta, dijo, es lograrlo en la campaña de frío 2021-2022 y hasta la fecha existen una 105 000 hectáreas de plátano y 76 000 de yuca. “Aunque es un gran reto hoy tenemos una ventaja en comparación con otros años, disponemos de las semillas de yuca en todos los territorios –se precisa mover algunas variedades para buscar la variedad acordada-, al igual que del plátano, lo que nos permite incrementar los niveles de siembra”.

Alternativas biológicas y naturales

Ante las limitaciones del país para adquirir en el mercado internacional fertilizantes, plaguicidas y herbicidas, las estrategias fitosanitarias de los cultivos que no tienen hoy protección se concentra en los medios biológicos y naturales, entre otros, la tabaquina, el aceite del árbol del Nim y el hidrato de cal. “Por eso, tenemos que seguir sembrando, pues  no se tendrán los rendimientos a partir del potencial productivo que tienen las variedades”, indicó.

Entre las medidas que viene aplicando el sector agropecuario cubano está la reactivación y puesta en producción del Centro de Reproducción de Entomófagos y Entomopatógenos (CREE). “De los   208 existentes en el Archipiélago, quedan 18 por  recuperar y se está trabajando en esos para la obtención de los medios biológicos”afirmó.

A su vez, se ha intensificando la aplicación de abonos orgánicos: cachaza, humus de lombriz y agromena, entre otros. “Los productores los están aplicando como  una alternativa a la falta de fertilizantes. No se obtendrán todos los rendimientos como cuando usted le aplica todos los fertilizantes que llevan los cultivos, pero son las alternativas que tenemos hoy y se están aplicando con muy buena aceptación”.

Al valorar la campaña de frío, Rosales la calificó de  muy compleja. “Los rendimientos que vamos a tener están por debajo de lo que nosotros planificamos. Por ejemplo, en la provincia de Artemisa y Mayabeque, las de mayor rendimiento en sentido general, en cultivos como el boniato se deben alcanzar entre 25 y 30 toneladas por hectárea. Hoy, los que estamos obteniendo no sobrepasan las 10 toneladas. Por eso, estamos tratando de sembrar la mayor cantidad de áreas posibles”.

Por otra parte, indicó que las medidas adoptadas para el sector, entre esas las ventas de insumos agrícolas en moneda libremente convertible, podrían tener un impacto mayor en la venidera campaña de frío, aunque destacó que se han realizado ya ventas por unos 190 000 dólares, tanto por las diferentes formas productivas como por empresas estatales, y se han solicitado ofertas por otros 200 000, entre fertilizantes e insumos que facilitan el trabajo de los productores.

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