Una vez cortados, los troncos son trasladados a la planta de impregnación, única de su tipo en Cuba, donde continúa el proceso de convertirlos en postes. Autor: Cortesía Publicado: 20/11/2025 | 12:48 am
No importan las horas ni los jejenes. Tampoco el calor, la humedad y las gotas de sudor que corren por todo el cuerpo y hacen que la ropa se pegue. Llegar al 15 de diciembre con la cifra de cerca de 5 000 postes de electricidad y telefonía enviados a las provincias afectadas por el huracán Melissa es el compromiso asumido por empresas agroforestales de Pinar del Río.
Sobre rastras, viajarán de occidente a oriente para devolver la electricidad y la comunicación a aquellas zonas donde el evento meteorológico se empeñó en destruir las redes eléctricas y telefónicas, dejando a miles de personas sin luz y sin posibilidades de comunicarse y saber de los suyos.
Como ha ocurrido en ocasiones anteriores, la respuesta no se hizo esperar y desde el primer momento comenzó la labor de escudriñar los bosques, en la búsqueda de aquellos árboles que respondieran a las necesidades específicas de esos dos vitales servicios.
La importante misión la asumen brigadas especializadas en la Empresa Agroforestal Macurijes, del Grupo Empresarial Agroforestal, con operaciones en los municipios pinareños de Mantua y Guane. Son las plantaciones de pino Caribbean la fuente para iniciar el proceso.
El destino de los postes dicta las diferencias. La telefonía demanda postes con 7,5 metros de largo, mientras que los de uso para la electricidad deben medir entre 9, 2 y 12 metros. De acuerdo con directivos de la entidad, tienen el compromiso de fabricar 2 000 de estas estructuras para la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa) y 2 400 para la Unión Eléctrica (UE).
Los trabajadores forestales de la más occidental de las provincias cubanas destacan que, damnificados por huracanes en años anteriores, han experimentado en carne propia lo que significa la falta prolongada de electricidad, lo que los lleva a ponerle mayor ritmo a las acciones en el bosque y la industria. “Nos han pasado ciclones por aquí y sabemos lo que es eso. Hemos estado meses sin corriente…tenemos que cortar los postes de luz, para que por lo menos tengan la corriente pronto”, declaró a medios de noticias Nelson Obregón, operador de tala de Macurije.
De árbol a poste
Una vez cortados, los troncos son trasladados a la planta de impregnación, única de su tipo en Cuba, donde continúa el proceso de convertirlos en postes. En la entidad se les realiza un tratamiento industrial que garantiza su resistencia y durabilidad.
Según Francisco Díaz Roque, director de la planta, aunque esta ha trabajado a niveles muy bajos en los últimos dos años debido a las limitaciones con los portadores energéticos, existen las condiciones para cumplir con el compromiso planteado hasta diciembre, pues se han reactivado motosierras y se dispone de los aseguramientos que se requieren para alcanzar la cifra prevista.
La ofensiva por los postes para el oriente cubano se ejecuta en medio de complejidades con la contingencia energética, para lo cual se cuenta con el respaldo necesario, con el fin de que no se produzcan paralizaciones por ese motivo. El circuito, dijo, se está protegiendo desde el despacho nacional de la UE y trabajó en la reparación del grupo electrógeno que garantizará la estabilidad productiva.
Por otra parte, destacó que el encadenamiento con el Grupo Empresarial Tabacuba, otro de sus principales clientes, a los que entregan, entre otros surtidos, horcones para la construcción de casas de cura, les permitió incorporar recientemente un tracto-acopiador, un equipo que corta y pela los árboles en el bosque, y un cargador frontal con pinza, los cuales ayudan a elevar la productividad y mantener flujos estables de madera hacia a la industria.
Según trascendió, desde la modernización de la plantade impregnación de Pinar del Río, en el año 2009, esa industria ha aportado más de 1,3 millones de postes de probada calidad, y una durabilidad estimada entre 25 y 30 años. Sobre sus equipos recae la sustitución de los postes que necesita Cuba, cuyo costo en el mercado internacional oscila alrededor de los 360 dólares por unidad.
Otros aportes
La colaboración de los forestales en la recuperación de los daños ocasionados por Melissa no se limita a los postes. Una brigada de trabajadores del sector, integrada por operadores de motosierras y ayudantes asumió la poda y la limpieza de los árboles derribados en la Carretera Central hasta Santiago de Cuba y más allá.
Los integrantes las brigadas, pertenecientes a la Empresa agroforestal Granma, participan en la poda y procesamiento de la madera de los árboles caídos, tras el paso del huracán por la provincia.
Yudeisis Jiménez Benítez, jefa de la Formación Especial Forestal, dijo que son tres los colectivos que laboran en la tarea, en los municipios de Niquero, Manzanillo y Bayamo: 10 motoserreros de la entidad agroforestal provincial, a la que se ha sumado la cafetalera de Bartolomé Masó, la agroindustrial Arquímides Colina y Comunales. Además de los operadores de alzadoras del Enidio Díaz, choferes de un equipo cargador frontal del Capote Sosa y de cuatro camiones de volteo de Desmonte y Construcción, entre otros.
Como parte de las acciones, agregó, aprovechan la madera en bolos, para la industria en los aserríos y la leña que se destina a la cocción de los alimentosy las panaderías.
De acuerdo con Jiménez Benítez, fue muy fuerte el impacto sufrido por los bosques, fundamentalmente por los vientos huracanados u las inundaciones de las aguas, lo cual llevará hasta 20 años para la recuperación, en dependencia de las especies maderables y su crecimiento.








