Cual potente tsunami, un oro negro devaluado inunda los mercados y todos tratan de venderlo rápidamente, generando con ello una guerra de precios donde los contendientes son los países con mayor producción diaria, a la cabeza de los cuales marcha Arabia Saudita con sus 10,3 millones de barriles diarios (mbd).
Sumado a esto, resulta elemental conocer que el territorio saudí produce el crudo más económico del planeta, logrando una recaudación millonaria que sustenta su economía y deprime al mercado mundial. Para que se tenga una idea, actualmente el costo de producción de un barril de petróleo venezolano ronda los 13 dólares, mientras que en Arabia Saudita es de seis dólares por tonel. Pero vale la pena inquirir: ¿hasta cuándo?
Durante el pasado mes de enero, tanto el crudo WTI como el Brent cayeron a los niveles más bajos desde siete años atrás. Pese a ello, la Organización de Países Exporta-dores de Petróleo (OPEP) sigue suministrando petróleo a un mercado que la propia organización reconoce está saturado. En su informe mensual sobre tal situación, el organismo revela que, según fuentes secundarias, sus 12 socios "bombearon" en diciembre de 2015 una media de 32,8 mbd diarios, 1,7 millones más que la cuota oficial pactada y no alterada desde hace cinco años.
Ejemplo tácito de estos altibajos lo tenemos aquí: El martes 2 de febrero, el crudo WTI de referencia estadounidense marcó 30,12 dólares, luego de tocar un máximo intradía de 31,28 dólares por barril, y un mínimo intradía a 29,84 dólares, frente a los 31,33 dólares en el cierre anterior en Nueva York. Por su parte, el Brent de referencia del Mar del Norte operó ese martes a 32,56 dólares, perdiendo 4,52 % (1,54 dólares), luego de alcanzar un máximo intradía de 33,99 dólares por barril, y un mínimo intradía a 32,26 dólares, frente a los 34,10 dólares al cierre del lunes en Londres.
No ha tocado fondo… todavía
En su reporte cuatrimestral Perspectiva del mercado de materias primas, el Banco Mundial (BM) anunció que el nivel previsto para 2016 es apenas poco más de una tercera parte del pico alcanzado en 2012, que fue de 105 dólares por barril en promedio. Entonces, el pronóstico del BM era que el precio promedio sería de 51 dólares. Sin embargo, entre ese mes y ahora la realidad ha sido muy diferente, y para muchos analistas, aún no tocado fondo...
En adición a las condiciones de oferta y demanda en el mercado petrolero internacional, el precio se ha visto afectado por la decisión de la Opep, en diciembre pasado, de mantener sus niveles de producción y el fin de las sanciones económicas a Irán, que abrieron las puertas a las exportaciones de crudo por parte de ese país, añadió.
Sin embargo, el BM considera que este año ocurra una recuperación gradual de los precios del crudo. En primer lugar, la aguda caída de los precios al inicio de 2016 no parece plenamente justificada por las condiciones fundamentales de la demanda y la oferta, y es posible que se restablezca en parte. Segundo, cabe esperar que los productores de petróleo de alto costo, como los de esquisto, limiten su oferta. Y, por último, que la demanda se fortalezca mediante un modesto repunte en el crecimiento mundial.
Ahora bien, a partir de enero de 2014, el precio del barril se depreció 70 % y en 18 meses cayó de 110 dólares a 23-30 dólares en enero de 2016, en un mercado con exceso de oferta y una demanda poco dinámica. Este colapso obedece en buena medida a la estrategia comercial de la Opep, y en particular de Arabia Saudita, que produce a todo ritmo en aras, según algunas fuentes, de asestar un golpe decisivo a la producción de petróleo y gas de esquisto estadounidense. También se explica por la desaceleración de China, que venía desempeñando un papel impulsor de la economía mundial.
Crisis internacionales y petróleo
Con precios que se disparan o se hunden, las crisis internacionales jalonan la historia del oro negro desde octubre de 1973, cuando sobrevino la guerra del Yim Kippur. Diez días después del inicio de la ofensiva de Siria y Egipto contra Israel, seis miembros de la Opep imponen un aumento de 70 % del precio del barril, con lo que el cártel fundado en 1960 se abrogó el derecho de elevar la cotización del crudo sin el aval de las compañías petroleras. Al mismo tiempo, decretaron un embargo contra algunas potencias occidentales, por considerarlas pro israelíes.
Esas iniciativas dispararon los precios y desataron la primera gran crisis petrolera mundial. Dos meses después el barril aumenta hasta los 11,65 dólares (equivalentes a 60,2 dólares actuales), cuadruplicando su valor desde septiembre y llegando a quintuplicarlo un año más tarde.
La revolución islámica en Irán y la guerra irano-iraquí entre1980-1988 también provocaron un derrumbe de la producción mundial de crudo y el consiguiente boom de los precios, al punto de que en el otoño de 1979, el barril se negocia a 40 dólares (126,8 actuales). Los países consumidores buscarán entonces reducir su dependencia del petróleo mediante políticas de economía de energía o de diversificación de fuentes energéticas.
En otro otoño pero de 1986, Arabia Saudí y Kuwait comienzan a producir al máximo de sus capacidades, desencadenando una guerra de precios luego de que el barril descendiera a ocho dólares (17,2 dólares de la actualidad); los países que no eran miembros de la Opep se vieron forzados a reducir la extracción, y el tonel llegó incluso a superar brevemente los 40 dólares (71,4 de 2016) en 1990, antes de la primera Guerra del Golfo.
En noviembre de 1997, la Opep aumenta su producción en 10 %, sin tener en cuenta el impacto de la crisis asiática. Los precios se hunden y a fines de 1998 el barril vuelve a caer por debajo de los diez dólares (14,5 actuales). La Opep tardará un año y medio en recuperar el rumbo, pese a la fuerte demanda de crudo, logrando que en septiembre de 2000 se negocie a 32 dólares (43,7 de hoy).
Las catástrofes y disturbios entre 2004 y 2007 tuvieron un efecto similar: en octubre de 2004 el barril llega a los 50 dólares (62,4 de 2016) y en agosto de 2005, tras el paso del huracán Katrina, que dañó las instalaciones petroleras del Golfo de México, supera los 70 dólares (84,3 actuales), lo que dio paso a "la tercera crisis petrolera".
El escenario queda listo para que, por primera vez, el tonel rebase en enero de 2008 la barrera psicológica de los 100 dólares (112,5 dólares de hoy), bajo el impulso de la reducción de las existencias estadounidenses y del crecimiento chino. La cotización sigue en ascenso a la par que el dólar se debilita, y el 11 de julio alcanza su récord absoluto hasta nuestros días, al cotizarse a 147 dólares (157,5 actuales). Sin embargo, la aceleración se ralentiza tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, o sea, la crisis de las subprime, que ocasiona una debacle económica mundial y reduce el consumo de energía. En diciembre de ese año, el barril cae a 32 dólares (36 de los actuales).
Desde ese instante nuevas caídas y repuntes se suceden hasta buena parte de 2015, cuando en los últimos meses los precios acarician los 30 dólares por unidad. Incluso la llamada cesta venezolana, que ofrece una amplia variedad de crudos livianos y pesados, cerró días atrás a 27,87 dólares por barril, mientras que la canasta de la Opep alcanzaba 30,14 dólares.
Esquisto, ni barato ni sano
Conocido como petróleo y gas de esquistos bituminosos (Shale Oil y Shale Gas), es un tipo de combustible no convencional extraído de rocas sedimentarias arcillosas. De él se obtienen hidrocarburos refinados para emplear con similares fines que aquellos obtenidos a partir del petróleo crudo, pero a un costo mucho más elevado. El petróleo de esquistos bituminosos se extrae mediante diferentes técnicas, entre ellas la de "fracturación hidráulica", que consiste en inyectar presión con el objetivo de quebrar las rocas en el sustrato rocoso que encierra el combustible.
Sin embargo, su resultado origina elevadas repercusiones ambientales. La fractura hidráulica del suelo y las rocas en las que se encuentra almacenado, debilita el terreno y el agua inyectada para extraer bajo presión el petróleo y gas impregnados, emplea químicos muy dañinos que contaminan el medio ambiente.
Opiniones a tomar en cuenta
Alfredo Toro Hardy, diplomático, académico e intelectual venezolano, dijo: "Si llevamos la suspicacia a nivel de realismo político, deberíamos suponer que Arabia Saudita no está sola en este intento de bajar los precios con fines geopolíticos. Así como Riyadh tiene interés en llevar contra las cuerdas a Teherán, también Washington desea hacerlo con Moscú. De hecho el columnista estrella del New York Times, Thomas Friedman, se preguntaba en días pasados si detrás de la baja de los precios no se encontrarían las manos estrechadas de Estados Unidos y Arabia Saudita. Nada tendría mayor sentido estratégico para ambos".
Víctor Álvarez, investigador del Centro Internacional Miranda y ex ministro de Industrias Básicas y Minería venezolano, afirmó: "En Venezuela, 96 % del ingreso en divisas proviene del petróleo. Los mejores estrategas se preparan para los peores escenarios, pues en 2017, Estados Unidos puede convertirse en el primer productor de crudos gracias al esquisto, la Opep seguirá perdiendo terreno frente a los productores ‘no Opep’ la economía mundial continuará en franca desaceleración, incluyendo a China, y ni siquiera los sucesos geopolíticos de Ucrania y el grito de guerra contra el Estados Islámico (EI) -que antes habría desquiciado los precios-, podrá revertir la situación. En tales circunstancias, es poco probable esperar un considerable rebote de los precios del petróleo en corto plazo".