Autor: Internet Publicado: 21/06/2021 | 09:25 pm
El 3 de junio de 1847 desembarcaron en Cuba 206 culíes, que serían la simiente de la mayor comunidad china en el nuevo continente.
Arribaron por el puerto habanero del Mariel en la fragata española Oquendo, procedentes de la región de Kwangtong, (Cantón), llamada internacionalmente Guangzhou. El aniversario 165 de este hecho histórico se está celebrando acá con una variada jornada cultural que contribuye a estrechar aún más los vínculos entre la Mayor de las Antillas y el hoy gigante de Asia, actualmente, segundo socio comercial de Cuba.
La clausura de la semana de festejos tendrá lugar este domingo (3 de junio) con un llamado "Encuentro de dos culturas", que tendrá lugar en el poblado de Regla, donde escenificarán el desembarco de los culíes en el siglo XIX. A continuación en el gran recinto ferial de Expocuba, los asiáticos desarrollarán una variada jornada de actividades que incluye el XI Festival de la Cultura China, conferencias sobre medicina tradicional, exposiciones artísticas, puestas teatrales, competencias de deportes tradicionales y una exhibición de atractivos papalotes, entre otras recreaciones para todos los gustos y edades.
La búsqueda de fortuna en el Nuevo Mundo, empujó a los chinos culíes (en su mayoría campesinos) a esta lejana nación caribeña. Su presencia en varias provincias como Pinar del Río, La Habana, Matanzas, Las Villas, Camagüey y la antigua provincia de Oriente, fue creciendo hasta llegar a haber en el país 24 647 chinos en 1931, cifra que descendió a 5 892 en 1970, según publicaciones cubanas. El último censo nacional oficial de Cuba en el 2002, arrojó que la población asiática en la Isla (mayoritariamente china), es el 1,02% del total nacional que ronda los 11 millones 300 000 habitantes. En la actualidad se dice que habitan en la Isla unos 300, 100 de ellos en el centro de la capital, especialmente, en el Barrio Chino -próximo al Capitolio Nacional- aunque sus descendientes se calculan en alrededor de 20 000, según fuentes de esa nación.
Volviendo al siglo XXI, encontramos que en el año 2011, China se sitúa como segundo aliado comercial de Cuba con el 13 % del total del comercio, luego de Venezuela que tiene la supremacía con el 28%, y por encima de España y de Canadá, que se igualaron con el 7%, según estadísticas del Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera.
Aún insatisfecho con dichos resultados, el embajador chino Zhang Tuo expresó en un encuentro entre empresarios de ambos países en La Habana: "Las inversiones de mi país en la Mayor de las Antillas crecerán más temprano que tarde y hay que buscar la forma de acelerar este proceso", con lo cual coinciden autoridades cubanas. Cuba ocupa un lugar preponderante como destino de los negocios del país asiático en América Latina, al decir del diplomático, y entre los planes está seguir disminuyendo la amplia distancia que lo separa del primer socio de la nación antillana.
Más de un siglo y medio ha transcurrido desde el primer asentamiento de emigrantes chinos, en su mayoría sureños, que prioritariamente trabajaron en su inicio en las plantaciones cañeras del occidente y centro cubano, aunque desempeñaron muchos otras labores y oficios en el país.
A la altura del año 1954, unos pocos cientos eran propietarios de pequeños negocios por los que son recordados, fundamentalmente por los habaneros. Entre estos están las tintorerías; tiendas de víveres finos, de productos de Asia y de telas y sedería; carnicerías; talleres de zapatería; quincallas; bodegas; cantinas; restaurantes; pescaderías; posadas; cafés; dulcerías; hoteles; cabaret y los inolvidables puestos de venta de frutas, jugos, helados y viandas, entre otros disímiles alimentos.
Varios son los hitos que marcan esta historia, aunque vale mencionar algunos apreciables que han llegado hasta nuestros días. En primer lugar la propia conservación y revitalización del Barrio Chino, barriada de 40 manzanas que quedó delimitada desde 1999 en el extremo principal, -próximo al Capitolio- por un pórtico tradicional de 13,5 metros de altura.
Igualmente se mantiene desafiando sus 119 años de fundado (en mayo de 1893), el conocido Casino Chung Wah, ubicado en el corazón del municipio Centro Habana, en las calles Amistad y Dragones. Entre las disímiles funciones que ha tenido esta importante Asociación a lo largo de su historia, mantiene su primordial razón de ser que es agrupar y representar a los nativos radicados acá y estrechar vínculos con las instituciones chinas que funcionan en Cuba.
Es destacable el único periódico en idioma chino que se edita en Cuba desde hace más de 80 años, el Kwong Wah Po, cuyo primer ejemplar vio la luz en marzo de 1928, en su sede del Barrio Chino donde se mantiene. Allí se encuentra igualmente la legendaria farmacia homeopática.
Y tal vez como embrión de las relaciones comerciales actuales, puede citarse la constitución en Cuba de una Cámara de Comercio de la nación asiática en1913, a raíz de la creación de la República China y como consecuencia del auge de las importaciones de productos desde ese país por parte de los comerciantes chinos de mayor solvencia que sobresalieron acá en esa época.
Sin lugar a dudas, dejaron una honda huella de sus tradiciones que se sincretizaron en la cultura popular de Cuba, en la que han influido ciertas costumbres familiares, sus tradicionales prácticas religiosas, deportivas y culturales, su distintivo arte culinario y hasta su música, pues la corneta china ha dado un peculiar "sabor" a la popular conga santiaguera.
Todo ello quizás haya logrado que los cubanos sientan atracción por la milenaria cultura china, y simpatía por la idiosincrasia singular que el mestizaje sembró en esta tierra caribeña.