Estados Unidos es uno de los mayores importadores del mundo  de productos alimenticios como café, cacao y miel. Este último lo compra a granel y lo exporta envasado. Cuba podría ser un proveedor seguro de estas mercancías.   

En cambio, la Empresa Cubaexport vende los productos de su cartera, entre ellos prestigiosas marcas de café, miel, manteca de cacao, carbón vegetal y aves ornamentales, en lejanos países de Asia, especialmente Japón; en Europa o en mercados del Caribe.      

Las repudiadas internacionalmente leyes del bloqueo de Estados Unidos contra la Mayor de Las Antillas vetan el lógico desenvolvimiento y mutuo beneficio de un comercio entre dos países que 54 años atrás se complementaban en muchas de sus producciones.

Sin estas prohibiciones, el comercio de Cubaexport con sus contiguos del norte superaría los 50 millones de dólares, declaró a la prensa nacional la directora general de la entidad, Carolina Prieto. Por otra parte, ambos países se beneficiarían por la cercanía geográfica.

La ejecutiva comentó cómo erróneamente llegan a Cuba personas procedentes de Estados Unidos haciendo alusión a los cafés  “cubanos” Pilón y Bustelo que se venden en la actualidad en esa nación, ignorando que los cafetos no son de la Isla.  Dichas marcas reconocían antaño a la aromática bebida en el país caribeño. 

Esos consumidores no están degustando el auténtico café cosechado en  suelos específicos del territorio cubano, que les confieren  distintivos sabor y aroma que han prestigiado al grano y les han dado el  histórico sello de calidad.

Hoy hablamos del legítimo café cubano tostado y molido que bajo las marcas Turquino Montañez y Serrano Selecto vende Cubaexport, al igual que el de grano verde.  

Cuba prevé incrementar para 2015 la producción de café a 15 000 toneladas, más del doble de la obtenida en 2012 que fue de alrededor de  7 100 toneladas, aproximadamente la cantidad que se estima para el año en curso, según dio a conocer el viceministro de la Agricultura, Ramón Frómeta, en el Primer encuentro internacional de café y cacao, celebrado en La Habana en junio del presente año.    

Por su parte, la economía cubana se daña al realizar las transacciones comerciales desde y para el exterior sin poder utilizar el dólar norteamericano -debido al alcance extraterritorial de las leyes del bloqueo- estando entonces a merced de las fluctuaciones cambiarias de la moneda. Por ese concepto, dio a conocer Carolina Prieto, en 2011 la empresa tuvo pérdidas que ascendieron a más de 154 854 dólares. A ello se suma la indisposición de bancos de otros países a realizar transferencias a nombre de la empresa cubana, según abarca tal Ley. Cubaexport, por ejemplo, tiene experiencia al respecto con bancos de Suiza y de Bélgica, y ya están dando similares señales entidades de Italia, dio a conocer la funcionaria.

Otra arbitrariedad se produjo cuando la Corte Suprema de Estados Unidos denegó en mayo de este año a la entidad de la Isla la posibilidad de defender su derecho al registro de la prestigiosa marca de ron cubano Havana Club, ante la Oficina de marcas y patentes de EE.UU. La OFAC había negado a la empresa cubana la licencia para renovar la marca registrada en esa nación desde 1976. 

El Panel de soluciones de diferencias de la Organización Mundial del Comercio (OMC) falló contra los Estados Unidos y reclamó la eliminación de dicha medida considerada ilegal.   

Todo empresario busca acceder a las plazas más ventajosas ya sea por la posibilidad de colocar mayores volúmenes de mercancías, o por la cercanía geográfica, lo cual facilita los trámites mercantiles y bancarios, entre otros aspectos. He ahí las razones que mueven a buscar el mercado estadounidense, donde además se conocen históricamente y gustan los productos cubanos, comentó la directora de Cubaexport.