Central Batalla de las Guasimas. Autor: Internet Publicado: 29/06/2022 | 12:11 pm
La modernización de centrales azucareros es el proyecto líder de los 25 que integran la Cartera de oportunidades de negocios para la inversión extranjera, correspondiente a 2021-2022, recién presentada por el Grupo Empresarial Azucarero (AZCUBA).
Durante el XVI Congreso Internacional sobre Azúcar y Derivados (Diversificación 2022), y con las miras puestas en la plena recuperación del sector, se conoció que en estos momentos hay negociaciones en estado avanzado con varias compañías rusas para la renovación de centrales cubanos, y se inician conversaciones con firmas de Venezuela, China e Italia.
La directora de Relaciones Internacionales, Negocios e Inversión Extranjera de AZCUBA, Lourdes Castellanos, y el presidente de Zerus S.A., Francisco Lleó, encabezaron el foro efectuado como parte del evento, donde se caracterizó el estado de la agroindustria azucarera cubana.
Se subrayó que hoy el país cuenta con 56 centrales, los cuales tienen un nivel de deterioro considerado de mediano a alto, por lo que se evalúa y promueve la creación de empresas mixtas para su modernización.
Trascendió que ambas partes realizan los estudios de factibilidad para constituir una empresa mixta con vigencia de 30 años, un tiempo que puede ser prorrogable de acuerdo con el éxito de ese tipo de asociación.
Entre las ventajas del proyecto subrayaron la posibilidad de operar desde el comienzo de la zafra, y emplear los ingresos de la producción del primer año en la continuidad de la financiación de las inversiones en pos de la modernización.
La diversificación como meta
El nombre del encuentro -Diversificación 2022- apela a la urgencia de un sector que a nivel local y global pide a gritos mayor rentabilidad y eficiencia.
El director ejecutivo de la Organización Internacional del Azúcar (OIA), el guatemalteco José Orive, en una videoconferencia magistral, instó a los productores de caña, a tomar el camino de la diversificación en el uso de los subproductos de esta agroindustria como una necesidad y única alternativa para lograr su subsistencia y sostenibilidad, en medio de una compleja coyuntura mundial.
El experto exaltó entre las nuevas tendencias en esta rama, el máximo aprovechamiento de sus derivados para obtener energía y otros rubros, tras llamar a los azucareros del orbe a adoptar la estrategia de la diversificación para producir energía, etanol, bioplásticos y otros productos.
El director general del Grupo Motzorongo, de México, Manuel Enríquez Poy, dictó una conferencia sobre la caña de azúcar y la pandemia, en la que ofreció un panorama actual del sector en su país y la inminencia de ir necesariamente hacia la diversificación, retomando incluso experiencias ya aplicadas en su nación.
La directora de Biotecnología del Instituto Cubano de Investigaciones de los Derivados de la Caña de Azúcar (Icidca), Ana Nelis San Juan, transmitió un enfoque sobre el desarrollo de los bioproductos y la economía circular, encaminado a la sostenibilidad agrícola; una tendencia cada vez más creciente por las ventajas que representan esos medios para los rendimientos de los cultivos y su compatibilidad con el medio ambiente.
El XVI Congreso Internacional sobre Azúcar y Derivados sesionó en el Hotel Nacional de Cuba y contó con la asistencia de delegados de América, Europa, Asia y África, en total, más de 200 representantes de 17 naciones entre estas Colombia, España, Alemania, Austria, Francia, Guatemala, México, India, Tanzania, República Dominicana, Suecia, Brasil, China, Perú, Noruega y Canadá.
Diversificación 2022, con el propósito de incrementar el intercambio científico e identificar las oportunidades de negocios en esa esfera, responde al objetivo supremo de contribuir a la transformación de la agroindustria azucarera, con el aporte de soluciones a partir de la aplicación de la innovación y mayor flexibilidad, para enfrentar con éxito los cambios que experimenta este sector en el orbe, en medio de la actual crisis mundial.
De acuerdo con la directora general del Icidca, Mariela Gallardo, “la nueva agroindustria azucarera que precisan estos tiempos y que requiere nuestro país, tiene que sustentarse en el cambio como símbolo dinámico de la sociedad; la innovación, como vía para el mejoramiento permanente, la flexibilidad de los sistemas para enfrentar los cambios, y el conocimiento como elemento básico.
Subrayó que esa rama a nivel internacional no escapa del impacto de los problemas más generales para todos pues se convive en un escenario de crisis económica, deterioro sostenido del medio ambiente, encarecimiento de los portadores energéticos, y la ausencia de sostenibilidad alimentaria para toda la población.
“En medio de estas amenazas -dijo-, los productores de esa agro industria reconocen que solamente produciendo azúcar no podrán ser costeables y que resulta inaplazable contar con altos rendimientos agrícolas, una industria flexible y diversificada que potencie la producción de alimentos y genere energía excedente, en forma amigable con el medio ambiente y preservando el agua como recurso que se acerca a su escasez crítica.”
Al abundar en la estrategia en que se debe trabajar, insistió en la urgencia de contribuir con soluciones, en medio de un mundo complejo, en etapa de post pandemia, con crisis alimentaria, energética, ambiental y el caos financiero internacional.
“Son retos que se pueden convertir en oportunidades pues -aseveró-, existen referentes importantes en las transformaciones tecnológicas que lograron los principales productores en las últimas tres décadas, en una evolución en espiral que lleva del molino al difusor, del machetero a la moderna combinada cañera o al logro de calderas que ya no son simples incineradoras del bagazo, sino potentes generadoras de excedentes de vapor.”
“Tal vez lo más notable de este desarrollo es la producción conjunta de azúcar, etanol y la generación eléctrica, que requiere dirigir el proceso de forma flexible en la dirección que resulte más conveniente de acuerdo con los requerimientos del mercado.
“La agroindustria azucarera de estos tiempos demanda de una revalorización de los componentes de la caña de azúcar, cultivo con cualidades excepcionales, aprovechada todavía de manera muy insuficiente, con propiedades notables para convertir los subproductos en derivados de mayor valor agregado”, puntualizó Gallardo.
La rama azucarera remonta vuelo
El vicepresidente de AZCUBA, Noel Casañas, destacó la celebración del Congreso y encomió que muchas de las nuevas tecnologías y compuestos presentados en el evento, como los bioproductos (biofertilizantes, bioestimulantes y bioplaguicidas), ya se están aplicando en Cuba y otros países.
Al resumir Diversificación 2022 se refirió al impacto social y económico derivado de la pandemia de la Covid 19 y del conflicto bélico en Ucrania, de consecuencias aún incalculables.
Junto a los efectos medioambientales en particular la Mayor de las Antillas enfrenta el recrudecimiento del bloqueo de EE.UU, cuyas agresiones inciden también de forma muy negativa en la agroindustria azucarera cubana.
En el encuentro se examinó la estrategia integral del Grupo Empresarial AZCUBA para el control integrado de malezas y plagas en ese cultivo y especialistas del Instituto Nacional de Investigaciones de la Caña de Azúcar (Inica), reseñaron temas del manejo de la nutrición de esa planta, de las herramientas tecnológicas y la agricultura de precisión.
Varios expertos, entre estos, Rafael Zuaznábar y Federico Sulroca, ambos del Inica, detallaron resultados recientes de la aplicación de bioestimulantes en la caña y las potencialidades de esos medios para favorecer el rendimiento agrícola.
También se conoció de los resultados positivos del empleo de una nueva máquina fertilizadora cubana, así como del uso de la agroecología como alternativa sostenible para la seguridad alimentaria local, y la efectividad en el uso de algunos tipos de herbicidas.
En el Congreso se efectuaron encuentros con varias firmas extranjeras y por ejemplo, con BMA Tech, se logró una propuesta de carta de intención para promover diagnósticos energéticos; en tanto con la empresa austriaca Gussig Renewable Energy se firmó un acta de intención para la evaluación de tecnologías de gasificación de biomasa cañera.
Se realizó además por parte del Icidca la rúbrica de convenios de colaboración científico-técnica y académica, con la Universidad Nacional Evangélica de República Dominicana, la Universidad de la Habana y la Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría (Cujae).
El Congreso, organizado por el Icidca, el Inica, el Grupo AZCUBA y la Asociación de Técnicos Azucareros de Cuba (ATAC), examinó disímiles temáticas, entre estas, el empleo de bioproductos y fertilizantes orgánicos, producción de energía, avances en la tecnología azucarera, equipamiento y eficiencia industria, desarrollo de los derivados ((alcoholes, rones, bebidas y sorbitol), seguridad alimentaria y alimentación animal, cadenas de valor y competitividad, cambio climático, gestión del medio ambiente, calidad y agricultura cañera.
Además se debatió sobre derivados de la fibra celulosa y lignina del bagazo de caña, de investigaciones de fuentes renovables de energía para la industria azucarera, de las nuevas tendencias en el campo azucarero.
Por una zafra más eficiente
Para la zafra 2022-2023 se prevé la participación de 26 centrales, al considerar los que tienen mejores condiciones, sean más eficientes y se les pueda sacar mayor provecho, según trascendió en el evento.
Con esto se pretende garantizar el suministro de azúcar de la canasta básica familiar para los más de 11 millones de cubanos y las necesidades industriales del uso de ese producto, en medio de la crisis que ha impactado en esa rama, como en el resto de la economía, por la adversa situación internacional debido, sobre todo, a la pandemia de la Covid-19 y al recrudecido bloqueo de EE. UU.
Los perjuicios a la zafra, a la siembra de caña y a las labores de atención a las plantaciones, son resultado de la poca disponibilidad de recursos financieros e insumos como fertilizantes, plaguicidas y combustible, que afecta esa agroindustria, y obliga hoy a adoptar 93 medidas con vistas a salvarla por lo que representa para la tradición y la cultura nacional, y a cuyo aporte esencial, el azúcar, se suman los derivados como el ron, los alcoholes, la biomasa cañera, entre otros.
Lo exclusivo del ron Aguja Blanca
En la sesión dedicada a los negocios se efectuó el lanzamiento de nuevos productos de la empresa mixta Ron Vigía S.A. y de Alficsa Plus S.A., además de encuentros bilaterales entre inversionistas, empresarios y especialistas de esta rama.
El Centro de Referencia de Alcoholes y Bebidas (Cerable) del Icidca presentó el ron añejo Aguja Blanca, de calidad óptima, que resume la herencia de ese producto tradicional cubano, el cual debe su nombre a la pasión que sentía Hemingway por esa bebida y por la pesca deportiva.
La directora de Comercialización y Negocios del Icidca, Bárbara Rodríguez González, comentó que el nuevo ron será producido artesanalmente y se comercializará a finales de este año a través de TecnoAzúcar o directamente en las principales cadenas de tiendas del país.
Sobre el tema abundó Idania Blanco, directiva de una planta de la UEB de producción y escalado del Icidca, quien dijo a Opciones que este ron se deriva de la marca de ron Vigía, y clasifica como un producto premium de calidad, con aproximadamente 12 años de añejamiento.
Es fruto de la diversificación de uno de los productos líderes de la industria azucarera que es el alcohol; resultado de una sutil mezcla de varios rones de bases añejadas que son seleccionadas del fondo del Icidca, y cuenta con un sabor fuerte pero un aroma ligero, elaborado mediante un proceso netamente artesanal.
