Lunes
02 de Diciembre  2024 

Retos, lances y perspectivas para impulsar la economía cubana


Lunes 02 de Diciembre de 2024 | 09:27:48 AM 

Autor

Ledys Camacho Casado

Investigadores, expertos y colaboradores del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM) se reunieron en La Habana para intercambiar sobre el actual panorama internacional, a partir del 42 ciclo de conferencias que cada año organiza esa entidad, y que en esta ocasión se dedicó al aniversario 45 de su fundación por el líder histórico de la Revolución, Fidel Castro.

Un análisis sobre el acontecer cubano desde la década del 70 del anterior siglo hasta la actualidad realizó en su presentación el investigador titular del CIEM, José Luis Rodríguez García, quien reseñó en particular la dinámica del vínculo entre sector externo y economía interna, y caracterizó cada una de las etapas del proceso revolucionario en un contexto marcado por el bloqueo de EE. UU., las crisis internacionales y, más recientemente, el impacto de la pandemia de la Covid-19 a nivel global.

Se refirió a la visión de Fidel para enfrentar la crisis del Período Especial, cuando la caída del PIB alcanzó un 34,9 % , tras el derrumbe del campo socialista, y citó algunos  hitos relevantes como la crisis energética de 2004 y la Revolución Energética, la Batalla de Ideas (1999-2006), las renegociaciones de la deuda externa, la escasez de divisas, el cambio en la balanza comercial con predominio en la exportación de servicios entre 2005 y 2020, y la discusión y aprobación de documentos programáticos para el país como los Lineamientos (2011-2016), la conceptualización del modelo económico y social, y el Plan Nacional de Desarrollo 2030.

Y recordó que fue en 2004 cuando se recuperó el nivel del PIB de 1989 e hizo una comparación del comportamiento de los principales indicadores económicos en los últimos 40 años en el país, en cuanto al PIB, el balance comercial, el saldo fiscal y las producciones más importantes como la del níquel, el azúcar, la generación eléctrica, entre otros.

Subrayó la necesidad de medidas de emergencia en el país ante el recrudecimiento del bloqueo y la coyuntura actual internacional signada por la crisis pospandemia, entre otros factores.

Sobre esas acciones urgentes e indispensables, citó el experto una reflexión del Presidente cubano, Miguel Díaz Canel Bermúdez, cuando precisó: “Estamos conscientes de la gravedad de la situación económica y de que para resolverla es preciso actuar… Muy mala noticia sería quedarnos paralizados o insistir en seguir una ruta que ha demostrado ser impracticable por insostenible”.

A ese comentario, el mandatario añadía el reconocimiento autocrítico de elementos medulares que no han dado los resultados esperados, errores en el diseño de la Tarea Ordenamiento y su inadecuada implementación, así como el cuestionamiento sobre la aprobación de los nuevos actores económicos sin la precisión de las reglas de actuación, las cuales podrían haber evitado numerosas desviaciones.

Al respecto, insistió en la importancia de que “todos nos preparemos bien, que hagamos análisis minuciosos de cada problema para evitar improvisaciones, que haya espacios para criticar, discutir, construir consensos, analizar a fondo los problemas y encontrar las soluciones”.

Sobre las medidas aprobadas para corregir distorsiones e impulsar la economía en 2024, el académico José Luis Rodríguez insistió en el carácter de las decisiones aprobadas por el Parlamento cubano, que tienen en cuenta los costos de los reajustes e impactos, y los riesgos que se asumen.

Señaló el experto del CIEM entre las medidas indispensables a adoptar, la política de inversiones y la atención a la población vulnerable, el incremento de los ingresos en divisas, el mercado cambiario y la gestión de la liquidez, así como la renegociación de adeudos, y la prioridad que requiere la inversión extranjera directa, los aumentos de la producción nacional, los incentivos para la garantía de alimentos y un mejor aprovechamiento de los mecanismos financieros.

 

Se impone, además, indicó Rodríguez, la reducción del déficit presupuestario, el incremento de ingresos y la reducción de gastos entre otras alternativas, así como evaluar la participación de los actores económicos, la promoción de encadenamientos productivos, la transformación de la empresa estatal y su entorno, y velar por las distorsiones del sector no estatal.

Las urgencias apuntan, por ejemplo, al desarrollo de un programa antinflacionario, la restructuración del mercado cambiario, la renegociación flexible de la deuda externa para restaurar el flujo financiero desde el exterior, el incremento de la oferta de alimentos desde la producción nacional o las importaciones, la restauración de la estabilidad de la generación eléctrica y el suministro mínimo de combustibles, reformar el programa inversionista del país, aprovechar el potencial del sector no estatal e impulsar la recuperación económica.

En ese sentido, abogó por la necesaria participación de la población y el consenso popular en la política económica a aplicar, al estilo del gran movimiento de debate nacional que se logró en 1994 con los llamados parlamentos obreros.

Y explicó que las cifras manejadas en el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030 deben ser revisadas y adecuadas a los nuevos tiempos, pues el país y el mundo cambiaron.

 

De la integración como meta

Sobre la integración en América Latina y el Caribe, disertó el investigador Mariano Bullón Méndez, quien hizo una reseña histórica y actual de la situación regional, que en estos momentos se caracteriza por la no complementariedad y asimetrías en las economías, falta de consenso político, choque de intereses entre mecanismos regionales e injerencia extranjera.

Describió la zona además con alternancia de los ciclos político-económicos, y estancamiento, para resultar en el poco nivel de efectividad de los procesos con vistas a la anhelada unidad latinoamericana.

Todo esto hace concluir que por ahora no habrá integración en América Latina y el Caribe y sí asimetrías económicas en esa área geográfica.

El especialista abundó en la necesaria unidad e integración (no solo económica y comercial) de la región, un proceso que calificó de complejo y gradual, que debe potenciar o favorecer el avance de los países subdesarrollados.

Entre sus posibles ventajas, destacó una aduana y mercado únicos, mejor manejo de los recursos naturales y una moneda única o comercio en monedas nacionales, con vistas a crear una nueva arquitectura financiera. Propósitos que hoy son una quimera pues —según sostuvo Bullón Méndez— algunos gobiernos del área centran sus esfuerzos en solucionar los problemas internos. 

El rumbo del comercio  

La evolución del comercio mundial y las perspectivas de la integración también se examinaron durante el ciclo de conferencias sobre economía mundial organizado por el CIEM, y al cual asistieron profesionales de las ciencias económicas y especialistas de otras entidades y organismos de la Administración Central del Estado.

En la ponencia «Estados Unidos en el comercio mundial: rivalidades y tensiones», el investigador del CIEM Jonathan Quirós precisó que es esta una de las áreas que refleja el declive relativo hegemónico de esa nación del norte, aunque –apuntó- continúa como el mayor comerciante mundial.

Comentó sobre la confrontación hegemónica de esa potencia con China, su competidor estratégico más importante, y señaló que como parte de los cambios en patrones geográficos del comercio mundial, mientras el país norteño reduce su interdependencia con el Gigante asiático, por otro lado la aumenta con la Unión Europea (UE); en tanto hubo un incremento del comercio de Beijing, Rusia y México.

Se refirió a las diferencias de las relaciones comerciales establecidas durante las administraciones de Barack Obama, Donald Trump y Joe Biden, en sus formas de presión contra China, y puntualizó que también se aprecian cambios en patrones geográficos del comercio mundial como la acumulación de barreras comerciales desde 2018 y las crecientes tensiones geopolíticas, con reflejos en algunas de las principales economías del mundo.

En cuanto a la UE, la subdirectora del CIEM, Jourdy V. James Heredia, centró su análisis en la integración y las crisis en el presente siglo, con énfasis en los avances y costos.

Ilustró ese panorama con el incremento del comercio intrarregional, y el aumento de políticas comunes agrícola, monetaria y de armonización fiscal. Se suma la creación de un mercado y moneda única, la ampliación hasta 27 miembros, así como nuevos candidatos: Ucrania, Moldavia, Albania, Montenegro, Macedonia del Norte, entre otros.

No obstante, a lo interno mencionó costos como la brecha Norte-Sur o diferentes tipos de países en ese bloque; además de las crecientes disparidades regionales entre y dentro de las naciones, en tanto se aprecian bajos ritmos de crecimiento económico de manera tendencial.

En cuanto a la crisis geopolítica del conflicto en Ucrania desde 2022, explicó que la situación bélica reveló un conjunto de debilidades de la integración comunitaria, entre estas la elevada vulnerabilidad geopolítica por la alta dependencia de combustibles fósiles importados, en particular del gas y el petróleo rusos.

La posible transformación de la UE en un actor internacional menos autónomo, al menos en materia de seguridad; la reducción de las divisiones intracomunitarias en materia de migración y energía, y una mayor solidaridad fiscal probablemente a través de otro intento de mutualización selectiva de la deuda, fueron elementos citados por la experta.

Aseveró que las crisis han puesto en duda la integración europea, entre estas, la global de 2018, la de deuda soberana (2010-2012), la de los refugiados de África del Norte en 2015, la del Brexit en 2016, la derivada de la pandemia de 2020, y la actual de índole geopolítica originada por el conflicto en Ucrania desde 2022.

Estos sucesos crean dificultades estructurales en el euro, bajo crecimiento económico, desempleo, mayor endeudamiento, estancamiento en la vía hacia la profundización de la integración, y elevada vulnerabilidad geopolítica por la alta dependencia de combustibles fósiles importados de Rusia.

Del legado de Fidel a los economistas

La trascendencia del pensamiento económico del Comandante en Jefe Fidel Castro y su papel como fundador del CIEM se destacaron en ocasión del aniversario 45 de esa institución y la celebración del Día del Economista y Contador en Cuba, el pasado 26 de noviembre.

El director del CIEM, Ramón Pichs Madruga, resaltó que sus enseñanzas y legado siguen vigentes para comprender y enfrentar los desafíos de la humanidad.

Precisamente sobre las principales tendencias de la economía mundial, con sus retos y perspectivas, abundó Pichs, pues en los últimos 45 años, en medio de un panorama incierto y complejo tras la pandemia, las tendencias en desarrollo pasan por el desplazamiento de cuotas de poder desde los países desarrollados hacia las economías emergentes.

Se evidencia además un crecimiento de la población en un contexto de recursos escasos, un incremento de la desigualdad entre naciones y regiones y de conflictos, un despliegue tecnológico, incertidumbres macroeconómicas permanentes y un estancamiento de la inversión y la productividad.

Enfatizó el estudioso en que el dólar sigue siendo la moneda de reserva dominante, y ante el cambio climático las medidas no deben ser solo de mitigación sino de adaptación, en lo cual urge aplicar de manera efectiva el principio de las responsabilidades comunes, pero diferenciadas. “Ante los retos ambientales globales se requieren estrategias de respuesta, enfoques integrados y potenciar la cooperación internacional”, subrayó.

En el evento, el colaborador del CIEM, Jaime Estay Reyno, de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), México, intervino sobre América Latina y el Caribe en el orden económico mundial, también en los últimos 45 años.

El profesor apuntó que la batalla liderada por Cuba en los años 80 del pasado siglo contra el pago de la deuda externa por los países de la región, habrá que retomarla en pos de la soberanía nacional y, en particular, para proteger los recursos naturales.

En los profundos debates de la cita, los expertos examinaron el impacto de los conflictos bélicos actuales, la hegemonía de Estados Unidos y sus nexos con China, la demanda de minerales de la región para la carrera armamentista y los crecientes problemas medioambientales, entre otras urgencias.

Tras informar sobre la relevancia, la actualización y el perfeccionamiento del sistema de trabajo del CIEM, por proyectos y programas, directivos del centro agradecieron a sus colaboradores por los valiosos aportes desde sus organismos para un mayor y mejor acercamiento a asuntos de la realidad económica mundial y su influencia en la cubana.

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