El Presidente cubano, Fidel Castro, expresó que frente a cada contingencia de la naturaleza y problemas de cualquier índole, la Revolución sabrá sacar las correspondientes lecciones para avanzar, vencer todas las dificultades y recuperarnos. El líder de la Revolución felicitó al pueblo cubano por su disciplina ante el paso del huracán Charley y los invitó a que no vieran el fenómeno como una tragedia. Nosotros tenemos la filosofía de convertir los reveses en victorias, por eso no nos amilanamos ante las dificultades, agregó.
El éxito del enfrentamiento del pueblo cubano ante adversidades climatológicas como estas, afirmó, radica en lo mucho que se ha sembrado en relativamente poco tiempo.
En conversación con los periodistas en la sede del Instituto de Meteorología, Fidel destacó la inmortalidad de las ideas a la hora de enfrentar adversidades y las presiones de enemigos poderosos que no se resignan a dejar a Cuba construir su futuro.
Fidel destacó la organización, el temple y la experiencia de nuestro pueblo para enfrentar desafíos de este tipo; dijo que nadie se desanima y que se hará el máximo a una velocidad mucho mayor que la de los vientos de este ciclón y con poca publicidad.
Comentó de manera jocosa que la llegada de Charley era una especie de “regalo” que le había hecho la naturaleza por su cumpleaños este 13 de agosto a él y a Pedro Sáez, primer secretario del Partido en la capital, quien le acompañó en su visita a Meteorología.
Refirió que donde más daño nos puede hacer un huracán, es precisamente por la capital, donde puede afectar a un mayor número de viviendas, industrias, redes eléctricas, fábricas y elementos del ornato público, algo que por supuesto, implicaría gastos más elevados.
El Jefe de la Revolución dijo que en algún momento de la rápida trayectoria del huracán tuvo la esperanza de que trajera agua al Oriente cubano, seriamente perjudicado por una intensa y prolongada sequía.
Al moverse Charley por los mares al Sur de Jamaica, subrayó, las áreas de precipitaciones asociadas quedaron por debajo de las provincias orientales y al final solo llovió un poco por la zona de Manzanillo, y algo más fuerte en Camagüey.
Fidel explicó cómo desde un principio se mantuvo al tanto de la evolución del fenómeno mediante sus contactos con los especialistas del Instituto y destacó la valiosa ayuda brindada por los radares meteorológicos, los modelos de pronósticos y las fotografías del satélite en el seguimiento acertado del ciclón.
Calificó de preocupante el paso del huracán por la capital, pero dijo que todo el mundo estaba listo y dispuesto a hacer lo necesario, sin lamentaciones de ningún tipo.
Puso el ejemplo de cómo en medio de la presencia de Charley en el mar Caribe el traslado de pacientes venezolanos por vía aérea no se detuvo, porque las tripulaciones supieron buscar las vías más seguras para mantener los vuelos entre ambos países.
Aseveró que como siempre ha ocurrido frente a otras contingencias de la naturaleza y demás adversidades, el país responderá a este ciclón de la misma forma en que lo hace a las recientes medidas de la Administración republicana estadounidense, la sequía, y hasta en el caso de que viniera otro ciclón.
Charley azoto a Cuba con fuertes vientos
En un recorrido por algunas zonas de la capital cubana se pudo apreciar que desde las primeras horas de la mañana del propio viernes, comenzaron los trabajos de limpieza de las calles, muchas de ellas obstruidas por ramas de árboles arrancados por la fuerza de los vientos.
Varias horas después del paso del huracán, que cruzó la Isla con vientos sostenidos de unos 170 kilómetros por hora y rachas de 250 kilómetros por hora, no se han reportado víctimas.
En el Puesto de Dirección para Casos de Catástrofe de Ciudad de La Habana desde horas de la mañana se puso en marcha la estrategia de enfrentamiento a los daños ocasionados con el aporte de los organismos de la Administración Central del Estado.
En previsión de las afectaciones fueron evacuadas en la capital unas 47 000 personas residentes en edificaciones con peligro de derrumbe o zonas donde podrían producirse penetraciones del mar o inundaciones por las lluvias.
También fueron llevados a lugares seguros más de 1 400 turistas extranjeros que estaban alojados en instalaciones hoteleras próximas al litoral habanero, y 3 197 turistas nacionales.
Las brigadas para la reparación de averías en los servicios eléctricos y de comunicaciones, limpieza y saneamiento, labores constructivas y otras tareas, listas desde horas de la mañana, ya comenzaron sus labores.
Según Prensa Latina, una valoración preliminar del Puesto de Mando del Cuerpo de Bomberos reportó 14 derrumbes parciales en viviendas de la capital, en las cuales solo hubo cuatro lesionados.
Los trabajo de protección y recuperación son responsabilidad de la Defensa Civil, encargada de la coordinación de medidas defensivas en tiempo de paz y en caso de situaciones excepcionales, con el propósito de proteger a la población y a la economía nacional.
La efectividad de estas medidas en casos de huracanes tropicales ha quedado demostrada con el paso de diez fenómenos de ese tipo desde 1985, período en el cual se han evacuado 3 343 300 personas y se han reportado solo 18 víctimas fatales.
Ante la inminencia del paso del meteoro, se adoptaron todas las medidas necesarias para proteger a la población y a la economía. Ese organismo pasó también entre seis y siete de la noche del jueves último cerca de Punta del Este, en la Isla de la Juventud, para luego tocar tierra por un punto entre las playas Guanímar y Cajío, en la costa sur habanera.
Sobre las dos de la madrugada del viernes pasado, abandonaba la Isla por una zona entre playa Baracoa y Santa Fe, al oeste de la capital cubana, a la que castigó con sus lluvias y poderosos vientos, mientras la población y centros de importancia económica y social permanecen protegidos.
Con ecuanimidad y disciplina los pobladores de la Isla de la Juventud enfrentaron el avance de este nuevo meteoro, que registró en Nueva Gerona rachas máximas de 83 kilómetros por hora, según el parte emitido por los meteorólogos de la delegación territorial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
Ante la cercanía del huracán Charley, en el occidente y centro del país fueron evacuadas más de 149 000 personas y activados los sistemas de información, prevención y ayuda a la población ante desastres naturales.
El aeropuerto internacional José Martí, de esta capital, que había suspendido sus operaciones, tras el paso del huracán reanudó el propio viernes último sus servicios, mientras más de 20 200 turistas extranjeros se mantuvieron seguros en la ciudad balneario de Varadero, donde se adoptaron todas las medidas de aseguramiento y protección ante el paso del huracán Charley por el occidente de la Isla.