Lunes
28 de Abril  2025 

Prestigio tabacalero en Cabaiguán

Cabaiguán impresiona al viajero por sus sembrados, ausencia de marabú y, en los meses finales e iniciales de cada año, por la belleza de sus vegas de tabaco negro, cultivadas por expertos cosecheros, en su mayoría campesinos integrados a Cooperativas de Créditos y Servicios


Viernes 20 de Febrero de 2009 | 12:00:00 AM 

Autor

Cristobal Alamo Pérez

Con picaresca sonrisa nos recibe Walfrido González, uno de los más viejos cosecheros cabaiguanenses. Es increíble verlo caminar, con sus 84 años de edad, por el veguerío y repasar alguna que otra solanácea.

Al elogiarle la plantación, expresa: “después de los ciclones hace falta buena vega, para contrarrestar los daños de los huracanes que azotaron muy duro a Pinar del Río, la reina tabacalera de Cuba”. “Es un buen año, señala, tenemos los recursos imprescindibles y el tabaco lo agradece… Es una planta, -vuelve a sonreír,- parecida a las mujeres, al darle mucho cariño y pasarle la mano, usted ve los resultados…” En la misma zona de la antigua finca Santa Rosa, Rafael Nazco Martín es otro de los añejos vegueros que cada día camina la plantación, aunque sus 77 años de edad le impiden laborar entre los surcos, su más de medio siglo en estos trajines le permiten conducir la difícil labor. Con orgullo exhibe las 55 000 posturas de Habana- 92, plantadas en los primeros días de noviembre, período óptimo para iniciar esa etapa, después de “darle mucho buey al campo, para dejar como fino polvo la tierra” donde crecerá la simiente. En esta cosecha, nos dice, estoy limitado por falta de agua, debido a dificultades en el embalse, aunque espero cortar unos 90 quintales de la hoja para un rendimiento de 700 por caballería. Sus sostenidos resultados avalan la condición de Vanguardia Nacional de la ANAP, en la Cooperativa de Créditos y Servicios Sergio Soto, en agradecimiento a la tierra heredada de su padre, quien recibió la propiedad gracias a la Reforma Agraria.

FRUTOS DEL TRABAJO FAMILIAR

-Tengo tres hijos, todos profesionales, uno abogado, otro licenciado en cultura física, y este que en sus vacaciones, trabaja en el surco, es piloto de helicóptero, estuvo en Angola y rememoró recientemente aquellos días al participar en el filme Kangamba. Conversador como pocos es Ernesto Pérez Pérez. Con 77 años de edad, difícil resulta seguirle el paso por una vereda hasta llegar a la hondonada donde ya están cortando su vega. “Plantamos, afirma, 45 000 posturas de Habana 92, mire que belleza. Es el fruto del trabajo familiar… “Aquel que corta es mi hermano Wilfredo, un poco más nuevo que yo; aquí también está mi hijo Gustavo y mi nieto Noelvis, quienes aseguran la continuidad de las vegas de los Pérez”, asegura rotundo. Los añejos vegueros coinciden en que el tabaco es exigente, pero agradecido. Cada quien pondera las virtudes de alguna u otra variedad, todos saben que dar el “golpe” a tiempo es el secreto de un buen resultado tanto en cantidad, como en calidad, para mantener el prestigio tabacalero de Cabaiguán, la principal zona del cultivo en la provincia de Sancti Spíritus. Del esfuerzo de estos y los demás vegueros dependerá el resultado de las 168 caballerías sembradas, solo el 56 % del plan inicial de la presente campaña. Los espirituanos trabajan para promediar más de 400 quintales por caballería y así paliar el déficit motivado por la carencia de casas para curar la hoja debido, entre otras causas, a los daños ocasionados por los ciclones y el descenso en la construcción de instalaciones para esa vital fase cosechera. Confían, para los resultados, en la tradición del cultivo de la hoja que iniciaron emigrados canarios en la zona central de Cuba, en especial en los actuales municipios espirituanos de Cabaiguán y Taguasco. Y es que en la antigua tierra de las iguanas, de donde surge el nombre de Cabaiguán, se hace realidad el pensamiento martiano, si el hombre sirve, la tierra sirve.

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